Lo que te voy a contar

Algún día te lo voy a decir, pero todavía falta. Te voy a contar de los suspiros que le dediqué a tu ausencia, y de las veces que te busqué en otros lados y te confundí con otras personas. Te vas a enterar que eras eso que quería, mientras yo no sabía bien que era, y que fui feliz sin tu risa, pero siempre la estuve esperando. Te voy a contar que soñé tropezarme con tu mirada en cada rincón, y que hubo camas que se sintieron vacías, porque quienes la compartían conmigo no eran tu calma, sino más bien tormenta. Te voy a contar que te quise renunciar, porque creí que quizás no existías, y que me resigné a quienes no eran tu clase de amor, hasta que decidí que no iba a conformarme nunca más.
Te vas a enterar de las veces en las que alguien se sintió incómodo, de las veces en las que intenté a la fuerza encajar con corazones que no eran a mi medida, y de que por más que amé muchas veces, a todos les faltaba ese algo que vos tenés.
Un día te lo voy a contar todo, ahora no, porque el destino dice que todavía no nos va a cruzar, porque no es el momento y tal vez vos estés riendo, amando a alguien más, o esperándome, como yo, y preguntándote cuando va a aparecer alguien que te entienda (que importante es en este mundo que nos entiendan. Que difícil que es en este mundo sentirse entendidos).
Un día te lo voy a contar todo: te voy a contar que un sábado, exactamente hoy, me encontré un poco sola, y te escribí este texto aún sin conocerte, aún sin saber cuando te lo iba a mostrar, aún sin saber si estabas todavía lejos o más cerca que nunca, pero con la certeza de que algún día te voy a confesar que desde antes de conocerte, yo te andaba deseando. Y vos me vas a decir que cuando yo sentía que lo que quería no existía, vos sentías lo mismo, y vos me estabas deseando, así, justo como soy.
Un día te lo voy a contar todo, pero todavía es temprano, y no sé cuanto tiempo faltará, aunque ojalá sea menos que antes, ojalá estés cerca, y como le decía a mi mamá cuando era chiquita y no sabía la hora (es que ahora soy esa nena chiquita que no sabe nuestra hora): "¿Ahora falta menos? Ya estuve un rato esperando", Ella sonreía y me hacía un gesto con los dedos, expresándome el tiempo que faltaba, "Antes faltaba así" decía mientras sus dedos estaban más distanciados, "Y ahora así" y los juntaba un poco más.
¿Ahora falta menos? Ya estuve una vida ansiando. Algún día te lo voy a contar, por ahora te lo escribo. Ojalá te guste escribir, pero si no te gusta, ojalá algún día me leas, y si en algún momento te sentís solo porque todavía yo no estoy, ojalá sonrías. Ojalá algo te dicte que te estoy haciendo escrito, y que un día el suspiro ya no va a ser de tristeza, sino de felicidad.
Por ahora descansa, que es sábado a la noche, y todavía es temprano. No sé cuanto falta, pero ya nos vamos a tropezar en cualquier lugar. Vos me vas a sonreír, y yo voy a reconocerte, y cómo dije ya en otro escrito, voy a volver a creer en la suerte. Un día te lo voy a contar. O quizás te lo muestre y vos sonrías: Debe ser lindo que sin conocerte, te piensen, te sueñen y te escriban. Por ahora es temprano, y me toca seguir sintiéndome incomprendida cerca de amores que no son como el tuyo y me dan ganas de salir corriendo, de seguir sola conmigo misma, sé que te pasa igual.
Pero aunque no sepamos la hora, debe faltar menos: Ya estuvimos un rato esperándonos, y estés donde estés, seguro es más cerca. Seguro los centímetros entre los dedos de mi vieja se acortarían mientras sonríe, digo, si ella fuera el destino que nos va a hacer suceder. Y yo confiaría en ella, como siempre, o en este caso, en él.                       
Sol iannaci


Comentarios

Entradas populares de este blog

Día de sol

El último cigarrillo

Te quiero