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Mostrando entradas de febrero, 2018

Personas de papel

Personas que viven repartiendo mentiras, personas que no se sienten cómodas en el terreno de la verdad. Personas que necesitan mirarte a los ojos y venderte una realidad que no existe. La mentira tiene patas cortas, dicen, pero que eterna la sentís cuando la descubrís. El tiempo en el que la creíste parece infinito, te sentís tonto, fuiste el único espectador de una obra en un escenario que montaron solo para vos. Y después, cuando la mentira pasa, cuando la persona también, la confianza se destruye para todos, ya no sabés distinguir lo real de lo ficticio, lo que no existe de lo que sí. No me mientas, no me mientas cuando me decís que no me vas a mentir. No seas mi mayor temor, no me demuestres que mis miedos tienen razón. No quiero vivir protegiéndome del mundo entero, pero me asusta la mentira, me asusta el cinismo, me asusta su crueldad. Te miran a los ojos y se encargan de asegurarse de que les creas, te miran a los ojos después de creerles, y te dicen que te quieren, y vos les de

Querer mejor

Y ahora, que reconstruiste tu vida, ojalá a él lo sepas querer mejor, ese es mi único deseo. Ojalá hagas sus noches menos largas, sus pensamientos menos tristes. Ojalá le des todo lo que no pudiste darme, ojalá le des certezas, ojalá le hagas sentir que lo están queriendo, ojalá tu amor no sea una duda que su corazón no pueda descifrar. Ojalá tus ojos no le expresen frialdad y en tu mirada no vea un vacío, ojalá estés presente cuando decís estar, ojalá a el lo sepas querer mejor, ojalá no sufra por no poder entender tus silencios ni llenar tu ausencia. Ojalá no pase por lo que tuve que pasar, no importa cuánto yo haya sufrido. Ojalá a la próxima persona que ames, la sepas amar. Ojalá no seas otra vez un tornado, ni en la vida de él, ni en la vida de nadie más.

Valor

Entre tanta gente, entre tantos mundos, sonrisas forzadas, mentiras constantes, me inventé un personaje porque no podría admitir como me siento con la luz apagada, cuando estoy sola, sola conmigo misma, otra vez. Esta vida me la está haciendo difícil, y mi mente me juega siempre malas pasadas, y decir en voz alta lo que me pasa por dentro, lo volvería más real de lo que ya es. Entonces me lo guardo para mí, porque admitir que estás roto es admitir que necesitás ayuda, y dolería ver que nadie puede ayudarte, dolería entender que cuando el enemigo está dentro tuyo, sos vos quién lo tiene que destruir, dolería entender que no puedo seguir más así. Pero ¿Cómo asesinar tus partes oscuras sin terminar con vos en el proceso? ¿Cómo matar a lo que te está matando, cuando lo que te está matando está en vos? Supongo que estoy rota desde hace ya mucho tiempo, supongo que por más de que me pase la vida intentando, nunca lo voy a lograr, nunca voy a llegar a sentirme conforme con lo que soy, nunca v

La ví

La vi después de mucho tiempo, le bastó una sonrisa para que todo volviera a comenzar. Está más en paz consigo misma, lo supe porque ya no necesita entrar en guerra con todos los demás. Su mirada sigue causándome todo lo que nadie me provocó jamás, y cuando la miro, entiendo por qué nunca funcionó con nadie más. La vi después de tanto tiempo, de tantos intentos, de tantas personas, y comprendo que nunca se fue de verdad. O quizás no me fui yo, quizás una parte de mí se quedó con ella, quizás por eso no me pude entregar completo a nadie más. Pero cuando la miro a los ojos, no tengo ganas de que me suelte, no tengo ganas de estar en ningún otro lado. Cuando la miro a los ojos, tengo ganas de aferrarme para siempre y volver a ser yo entero, volver a tener esa parte que dejé en ella años atrás, para poder amarla como se merece, para reconstruir sus partes rotas, para que los dos, por primera vez, amemos de verdad. Yo la voy a amar como nunca nadie la amó, y ella, me va a enseñar a quedarme

Sanar

Y no sé si sos vos, si soy yo, o si es el hoy, pero ya no puedo escribir nada triste. Y no sé si la vida dejó de arder, si las heridas comenzaron a cicatrizar, si el tiempo se decidió a mejorar, pero hoy no puedo ver las nubes en el paisaje, quizás importan otras cosas, o quizás ya no están. No sé si sos vos, si soy yo, o si lo fue todo, pero la vida se empezó a encaminar. Y mis letras ya no sangran, y no puedo tenerle miedo a esta calma, y siento que estoy, después de varios desvíos, en donde tengo que estar. No sé si el buen tiempo durará para siempre, pero por alguna razón no me asusta esta tranquilidad. No estoy esperando que termine, no siento que algo es falso, que algo no va a funcionar. Y quizás podía llegar a este presente de forma más directa, quizás podría haber tomado atajos, quizás no hacía falta sufrir tanto antes de estar acá. O quizás fue lo mejor que pude hacer, tal vez sólo el que sufre puede saber apreciar la paz que precede a la tempestad. No se si sos vos, si soy

Volver jamás

A veces te sigo pensando, a veces me tienta la idea de volver. De alguna forma sé que tu puerta va a estar abierta, o que vas a encontrar la manera de hacerme un lugar. Quiero que sepas que te sigo recordando con cierta melancolía, quiero que sepas que no hay nada que tenga más en claro que que te lastimé. Y de vez en cuando, cuando me canso de amores de un rato, cuando no me quieren bien, cuando me siento descuidada, triste o sola, no hay nada que quiera más en el mundo que volver, pero no lo hago, porque sé que me vas a estar esperando. Pero no lo hago, porque no quiero volver a abrir la herida que te está cicatrizando. Te herí como no se tiene que herir a nadie, jugué a buscarte cuando yo quería, y el final siempre era el mismo, porque algo en vos no me llenaba, pero era tan hermoso sentirme así de querida. Entonces con el tiempo me alejaba, me daba cuenta que nunca lograba enamorarme, y con el tiempo, te volvía a idealizar, volvía a intentar, volvía a tratar de forzar a mi corazón