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Mostrando entradas de septiembre, 2018

Cuota de ilusión

Siempre vuelvo a vos, o a tu recuerdo, o a la cuota de ilusión que guardo por las dudas en algún costado de mi cuerpo, escondida hasta de mi misma y de todas las razones por las cuales no debería hacerlo. Siempre vuelvo a vos, en ese ciclo vicioso vivo, y no sé si es que me acostumbré a esa repetición, o si no te encuentro por otro lado, y se bien que lo he intentado: A veces me resigno, y dejo de buscar, a veces salgo fuera, y vuelvo a fracasar. Debe de existir en alguna parte, alguien que me saque esa cuota de ilusión, pero sé que va a ser con llanto, y lo tuyo fue distinto, porque nunca me hiciste sufrir para volverte inolvidable. Sólo me hiciste desearte con una esperanza que sólo tenía cuando era niña y no creía en imposibles.  Debe ser así como la gente buena se hace un lugarcito en los demás, debe ser la huella que no necesitó ser herida lo que me sorprendió y cautivó de vos. Y yo siempre vuelvo, aunque el lugar ya esté vacío, nadie agota esa cuota de ilusión que te reservo, e

Nuestras posibilidades💕

¿Es posible que todos estos sueños desemboquen en el vacío? ¿Es tal vez probable, que todo lo que tengo para decirte termine en suspiros de algún domingo por la tarde, y nunca sea dicho? ¿Es uno de nuestros finales, acaso, el hecho de que todo lo que siento el tiempo lo oxide, y nunca te enteres de nada, mientras mi ilusión muere conmigo? ¿Tengo que aceptar que la vida puede depararnos ese futuro, justo ahora que me tranquilizo a mí misma cuando te extraño, pensando en un reencuentro? ¿Puede el destino impedir que existamos y que todo lo que me pasa por dentro llegue a destinatario y deje al fin de volcarse en cartas que nunca envío? ¿Existe al menos un porcentaje de chances de que nuestras miradas jamás se vuelvan a cruzar, ni nuestras manos a tocar, y todo quede por siempre en nada?  Seguramente si, y me aterra la idea. Me asusta pensar que nuestra historia puede concluir sin ser contada, puede morir en escritos que jamás lees, en deseos al soplar las velas que nunca se cumplieron y

Temporal

Temporal. Yo sé que siempre que por acá llovió, paró. Pero siempre paró momentáneamente, y siempre que la tormenta vuelve, es a causa de las mismas nubes, del mismo problema que jamás erradico: Solo cubro. Lo cubro como quién intenta ocultar el sol entre sus manos, y por un tiempo me siento orgullosa, pero sigue ahí, a solo tiempo de resurgir, cada vez más fuerte, como la humedad de las paredes, como alguna gotera en el techo, como el ruido insoportable del agua cayendo que te dice que no estaba superado: Sólo estaba escondido. Y siempre me molesta más, cual si alguien me gritara que es tiempo de terminar con todo lo que quiere terminar conmigo, de erradicar a esa vieja tristeza de raíz, porque es ella quién me destruye. E intento, nadie puede decir que no lo hago. Persevero y lucho contra mis propios fantasmas, pero a veces siento que es en vano, porque por acá siempre llueve, y para, y llueve otra vez. ¿Es en esta repetición que me tortura en donde tengo que vivir? ¿Es justo que ca

Después

Esperemos a después. Esperemos a que la vida nos encuentre con otras historias, otros miedos, otras inseguridades, y con otra pasión. Esperemos a después, para animarnos, porque ahora no lo hacemos, y posponerlo todo es el gran karma de nuestra generación. Tengo tanto para decirte, si tan solo pudiera, pero suspendamos nuestras ganas de querer, porque ahora probablemente no es el momento correcto, porque ahora no sabemos dejar de ser cobardes, y la cobardía seduce por ser terreno seguro y por su facilidad de implementación. Es tan fácil esperar, esperemos a después, a que los sentimientos nos cambien y nos desencuentren, a que estemos en sintonías distintas, y quizás ya sea innecesario hacernos fuertes y valientes de una vez, porque ya no lo queramos como lo queríamos antes, cuando no lo hicimos. Pospongamosnos los sueños también, porque podrían llegar a ser heridas, y Dios sabe que no queremos más cicatrices, (aunque no atreverse también nos deje al fin y al cabo, marcas en la piel).

Día de sol

Nos debemos un día de sol, yo sé que ese día va a haber sol. Vos me vas a decir que hiciste en mi ausencia, yo voy a quedarme admirándote y pensando en todas las vueltas que dimos y todas las vueltas que la vida nos dio, para dejarnos enfrente, otra vez. Vos me vas a hablar y yo me voy a reir de la ironía, voy a pensar en que al final éramos nosotros pero no era el momento, voy a agradecerle al tiempo por haber organizado nuestros destinos para que coincidamos, de nuevo, y me voy a acordar de ese junio en el que lejos tuyo escribi este texto. Nos debemos una charla, un café, una risa que terminé en besos, o unos besos que terminen en sonrisa, nos debemos una oportunidad, una casualidad que nos vuelva posibles, y dicen que hasta las lineas paralelas, se interceptan y cruzan en el infinito. Sé que ese día va a haber sol, vos vas a sonreirme, y yo voy a volver a creer en la suerte. Vamos a compartir un café, me vas a contar qué hiciste en mi ausencia, y yo te voy a contar que no exist

Mundos distintos

Camila era de esas personas que te ladran, y si no te ladran te muerden. Siempre con la sinceridad como bandera, un ''Viví el momento'' tatuado en las costillas, y un paquete de puchos en el bolsillo del jean roto que le encantaba usar. Camila era impulsiva, un poco loca para algunos, demasiado intensa para otros, aunque a veces, entre nosotros, se daba cuenta que la mayor parte del tiempo contestaba mal. Quería cambiar el mundo, estudiaba derecho, quería dejar huella, hacerse su camino. Creía poco en el amor y mucho en el sexo casual. No necesitaba de un hombre cerca, se tenía a ella misma, a la literatura, a las pastillas del abuelo, los recitales, las birras en el bar. Se dormía a la madrugada, se despertaba tempranito para ir a laburar, se tomaba unos mates y salía corriendo para llegar tarde, como siempre. A la noche le encantaba disfrutar de unas copas de vino escuchando rock. Como ya les conté, se tenía a sí misma. ¿Qué más podía necesitar? Ahí es cuando en es

Este mundo

Yo no sé de dónde saliste, pero de este mundo vos no sos. Y algún día me sucediste, y por más que intente no puedo dejar de pensar que sos milagro, porque no te encontré todavía en otro lado, porque no abundás. Yo creo que soy la que fui con vos, el resto sacó versiones mías más apagadas, pero con vos me sentí con brillo, y me gusta creer que esa es la persona que oculto detrás de todas estas capas, que mi esencia la despertaste vos, pero que definitivamente soy más de lo que me siento o me hicieron sentir otros desde hace ya bastante tiempo. Yo no sé por qué tuviste que ser, quizás suerte, quizás destino; pero sé que vos de este planeta no venís, estás acá de casualidad, por error, sin querer, y sos más puro que todo lo que te rodea, y daría todo lo que tengo por poder cuidar esa pureza. En cuanto a mí, también siento que desencajo, pero dónde yo veía a una persona muy frágil, vos viste a una demasiado buena, y donde yo veía una debilidad, vos viste sólo fortalezas. Es que ser como y

Rompecabezas

Hay cosas que nunca voy a entender, por más que trate. Una de esas, sos vos. Tu nombre me suena a problema matemático, y los números nunca fueron mi fuerte. Pero a vos no te resuelve nadie, y sé con certeza que te han intentado. Tu nombre me suena a acertijo indescifrable, y te pienso y repienso, y me adentro más en tu laberinto, porque no sé de qué estás hecho, pero los ingredientes son tu receta mejor guardada, o tal vez nos los sabés ni vos, porque con vos la película siempre es suspenso. Es que te observé varias veces desde lejos, con la mirada perdida y el ceño fruncido, y sospecho que estás así porque estás intentando comprenderte, pero fracasás, al igual que yo. Igual, pará, estas son cosas que se me ocurren a mí, viste que yo pienso mucho. Varias veces me han acusado de enredarme demasiado, pero es mi forma de ser, de vivir, tampoco voy a fingir ahora ser tan simple. Quizás por eso nuestros planetas colapsan cada vez que estamos cerca: Porque ninguno se entiende a sí mismo, y

Charlas frente al espejo

Si este es mi hogar, lo estás destruyendo. Si esto es lo que sos, no me gustás. Si este es tu cuerpo, no me alcanza ni me merece. Y estoy cansada de verte llorar, no te soporto cuando no me dejás en paz. No te pongas eso, te queda mal. No lograste nada, no salgas hoy, va a ser mejor si te ocultás. No le importás al resto, pero principalmente, no me importás. Me da vergüenza lo que veo, me da miedo que lo vean los demás. Los demás, los demás, los demás. Los demás son el eco de todos mis peores pensamientos, de las lágrimas, los demás son los que -creo que- no te van a aceptar. Y yo no te acepto, y te intento cambiar, pero al final del día siempre sos la misma, y la imagen que el reflejo me devuelve no me satisface, y no sé cómo hacer para empezarla a soportar. Estaba de buen humor, hasta que te miré. Ahora no sé si sonreír y mostrarme, ahora me siento humillada por lo que vi en vos y en mi. Si este es mi hogar, lo estamos destruyendo. Yo y la que me observa desde el espejo, que a veces

Tu ausencia

Me volvés esa nena que la mujer que soy creyó que había quedado atrás, y quizás esa parte de mi sea la que no puede afrontar tu ausencia. ¿Vas a volver? Por las dudas te espero, aunque me convenza a mí misma de lo contrario, aunque diga en voz alta que ya no lo hago. ¿Existe alguna forma de racionalizar lo que sentí? Me quedé estancada en tu sonrisa, en una conexión fugaz que todavía permanece en todas estas cenizas, y te sigo extrañando, ¿A quién puedo engañar? Aunque sepa que probablemente siempre sea de más, nunca de menos, aunque sepa que probablemente ya jamás te pueda mirar a los ojos para así decirte en la cara que en mi vida fuiste un antes y un después, sólo que después seguiste siendo, pero sin estar. Y sabés que pienso, y repienso, y de vez en cuando me enojo. Con el destino, con la suerte, con las casualidades, con la piel que tuvimos, con el poco tiempo que pudimos compartir, con lo eterno que se volvió, con vos, pero principalmente conmigo: Me enojo conmigo. Y pienso que

Nos merecemos

Nos merecemos ser mucho más que un "qué hubiera pasado si", que una duda que muere siendo duda, que nunca madura y jamás es certeza: De que si o de que no, pero certeza. Certeza de que no iba a funcionar porque no coincidíamos en nada, porque amabamos de forma incompatible, porque colapsabamos distinto y no había punto de unión. O certeza de que iba a funcionar, de que nos estabamos por perder de todo y reaccionamos justo a tiempo. Nos merecemos mucho más que este presente con sabor a incertidumbre, mucho más que vivir preguntándonos de que nos privamos por no intentar. Nos merecemos hacernos realidad, probar suerte, y no ser ese final abierto que mereció una saga, una segunda parte, una respuesta a todas las incertidumbres que la primer parte dejó. Nos merecemos ser mucho más que un "qué hubiera pasado sí", pero si esto es lo que vamos a ser para siempre, sólo quiero que sepas, si alguna vez lees mis escritos, mis cartas y mis cuentos, que todos nuestros posibles

Destino

¿Existe tal cosa como el destino? Quiero creer con todas mis fuerzas que sí. Me niego a pensar que es todo puro azar, que la vida es un caos y que las cosas se alinean de vez en cuando sólo por cuestión de suerte. Quiero creer que hay algo más, algo escrito, y que cada punto suelto nos está acercando a algún lugar, que el tiempo es sabio y que lo que tiene que ser, va a ser, por las razones correctas y en el mejor momento, que quién debe ser, será, cuando tenga que ser, cómo tenga que ser. Que existe tal cosa como el tiempo incorrecto, que a veces es la persona, pero no ahí, que los encuentros no son casuales y los reencuentros suceden, que no soy simplemente una obstinada con algo que no tiene razón de ser, que no es por capricho que siga atada a un pasado casi fugaz, que no es coincidencia que algunas presencias nos hagan sentir fríos por meses, o incomprendidos por años, y otras miradas en tan sólo un segundo, se sientan como volver a nuestro hogar. Y esas conexiones me parecen much

Tu lugar

Yo creo que acá siempre vas a tener un lugar, para cuando te sientas perdido o precises un refugio del mundo, para cuando me quieras reencontrar. Yo creo que te lo ganaste, creo que es tuyo y de nadie más, aunque pase el tiempo, aunque nos sigamos distanciando, yo creo que ese lugar va a estar para cuando lo requieras, como un salvavidas, como un escape de lo que fuera que necesites escapar. Yo creo que no importa para qué vengas, creo que en ese instante alcanzaría solo que lo hicieras, la cerradura está sin llave para vos, sé que sabes que podés volver. No importa cuánto me haga la fuerte, mis brazos te esperan siempre abiertos, el café te aguarda caliente, yo creo que acá vas a tener de por vida un hogar. Y quizás algún día de estos cambie de opinión, trabe la cerradura, y me convenza a mi misma una y mil veces de que el café se enfrió, de que mis brazos no te extrañan, de que ya no existe ese rincón mío que llevaba tu nombre y te pertenecía. Quizás intente reprimir mis emociones,

Quedate

Pero, ¿Te podés quedar un ratito? Quedate hasta que ya no funcione, hasta que nos demos cuenta que no somos compatibles, hasta que te desidealice y me de cuenta de que no me gusta tu humor por las mañanas, ni la manía que tenés de dejar la puerta del baño abierta, o tu opinión sobre ciertos temas de los cuales me sensibiliza hablar. Quedate hasta que el amor se vaya desvaneciendo, hasta que no sepa si es sólo costumbre, hasta que me de cuenta de que no sé si sos para mi, que no sé si soy para vos, quedate hasta que descubra que no teníamos que ser, y por qué motivo no. Es que te fuiste en mitad de una frase, y nuestra historia quedó inconclusa, inacabada, y entonces me dediqué a pensarte perfecto, ¿Pero qué si no lo fueras? ¿Qué si la frase no terminaba como lo imaginé yo? Quedate hasta que el enamoramiento se desvanezca, y nos vayamos los dos. Quedate hasta terminar esa frase que quedó a la mitad, hasta que me de cuenta de que no sos todo lo que busco, ni sos nada de lo que necesito,

Reencuentro

Esta es la historia de un reencuentro que todavía no sucedió, que tal vez nunca lo haga, del cual necesito escribir para calmar mis miedos, esos que tengo cuando pienso en que quizás no vuelva a verte nunca más. Va a ser febrero y tus ojos se van a tropezar con los míos en ese mismo viejo bar, los recuerdos me van a invadir y la emoción se me va a dibujar en la mirada, no voy a saber que decir, y entonces me saldrá sonreír, (sé que te gusta que lo haga), y vos vas a hacerlo también, ¿No?, porque... ¿Qué más lindo que serle recíproco a una sonrisa? El abrazo va a durar unos segundos, pero yo los voy a sentir eternos porque mi corazón va a detener el tiempo en ese instante, porque en mi imaginación el mundo va a dejar de girar mientras nuestros brazos están entrelazados, y va a parecerme casi falso, después de tanto soñarte, que te hayas hecho realidad, que todos los pensamientos que te dediqué se hayan materializado y seas de nuevo presencia, y te voy a apretar más fuerte, intentando

Superarte

Voy a salir con personas sin interés en hacerlo, voy a quedarme en mi casa cuando note que no funciona, voy a fingir que estoy bien, aunque me esté muriendo por dentro, voy a llorar frente a cualquiera cuando me canse de mentir. Voy a refugiarme en la música, o en el alcohol, o en otras camas. Voy a forzarme a olvidarte de cualquier manera, y me voy a enojar: Me voy a enojar porque vivo luchando contra lo inevitable, y vas a estar en mi mente: Vas a estar cuando piense y repiense en cada cosa que me dijiste que sentías y en qué pudo haber cambiado en el medio, y cuando piense en cada cosa que dije o hice que tal vez estuvo errada o cuando me eche culpas que no son mías para justificar o entender por qué ya no estás. Vas a estar a las 3 AM cuando intento bailar y despejarme, a las 5 AM cuando vuelvo a mi casa sin haber podido siquiera un segundo dejarte de pensar o de buscar en una multitud tu rostro aún sabiendo que no estabas ahí, a las 3 PM mientras trabaje y eso tampoco me distraiga

3 deseos

Apagó las velas y lo pidió 3 veces. Se enojó con la vida un momento, con su suerte otro rato, con el destino un poco, y con el destiempo también. Cada día parecía quererlo más y tenerlo más lejos, todo seguía su curso, menos su amor, que estaba estancado en el tiempo. ¿Cuánto tiempo se puede extrañar a una ausencia? ¿Cuánto tiempo se la puede mantener presente? Apagó las velas y lo pidió 2 veces, su tercer deseo era estar bien, con o sin él. Se fue desprendiendo de la idea de necesitarlo para estar completa, y aunque todas las noches lo recordaba, dejó de esperar que volviera: Solo pensaba en sanar. Apagó las velas y lo pidió 1 sola vez. Sus otros 2 deseos eran estar bien, y enamorarse de sí misma. Es que en el proceso de perderlo se había echado culpas que no le pertenecían, para no culparlo. Pero ya estaba cansada de traicionarse para mantenerse leal a la idea que tenía de una persona, que ya no estaba ahí. Y un día, en el proceso de recuperarse, sus deseos volvieron a ser todos suy

Esto también pasará🐛🦋

Todo constantemente está cambiando, ¿no?, los días pasan a ser meses, el invierno lentamente es reemplazado por la primavera, las orugas evolucionan en mariposas, las semillas se convierten en árboles, los niños se vuelven adolescentes, la vida siempre encuentra su camino, su forma de sobrevivir, el mundo como lo conocemos evoluciona, nada es estático, todo llega a su final, y cada final siempre anticipa un nuevo comienzo. Estamos en ese constante cambio, ¿No? Este dolor debe estar mutando, aunque yo no lo note, aunque todas las noches me vaya a acostar con la misma sensación de frustración en mi pecho, con el mismo vacío encima que no me deja descansar, que me hace pensar, mientras mantengo los ojos abiertos, si algún día algo cambiará, o si estoy caminando pero no avanzo, si para mi el tiempo se detuvo para siempre en el momento exacto en el cual no soy feliz. Yo sé que todo constantemente está cambiando, lo veo en las arrugas que se le forman a mi viejo cuando sonríe, lo veo en lo