Entradas

Mostrando entradas de 2017

Algún lugar

Estoy segura de que tiene que haber algún lugar donde el dolor no arde y la vida es más simple, donde el equipaje es más liviano y los miedos no nos ahorcan como un correa que llevamos demasiado apretada al cuello, donde las preocupaciones se reducen y los problemas no nos hunden, donde el estrés no nos destruye y vivir no nos agota, donde las inseguridades no nos dominan y podemos tener el control total sobre nuestro cuerpo y autoestima, donde podemos decir y hacer lo que en el momento se sienta necesario y nuestra mente no se transforma en nuestra prisión, en nuestro propio enemigo que nos impide ser lo que queremos ser, donde lo que el otro diga sea confiable, (donde el otro sea confiable), donde no nos mientan ni lastimen más, donde nos ayuden a reducir la ansiedad y nos enseñen que la traición no es lo común y que la honestidad todavía existe, donde nos quieran bien, sin vueltas, con mayor simpleza y menos impedimentos, donde nos quieran sano, constante, real, donde estar vivos se

El último cigarrillo

"Juro que va a ser el último" dije mientras encendía otro cigarrillo. Siempre iba a ser el último. Así me pasaba con todas las cosas que me hacían mal. Con los tragos, con las madrugadas sin dormir, con pensar demasiado, con cometer los mismos errores, con vos. Siempre la última vez. Y quizás mi vida se trataba de un dejavú, de una repetición, de series iguales, de más de lo mismo, y quizás en esas promesas que no me cumplía me perdía a mi misma cada vez. Lo terminé y lo tiré por el balcón de tu departamento. Volví a acostarme al lado tuyo sin poder dejar de pensar. Esa noche iba a ser la última vez que fumara y que durmiera con vos al lado. Me lo juré: Juré no fallarme. Igual que terminaría haciendo la noche siguiente y todas las demás. Eventualmente dejé el cigarrillo, y te dejé a vos. Lo cambié todo por distintos vicios. Mi cuerpo ya no tiene la misma vitalidad y mi amor propio no es el mismo que antes de vos. Pero algunas cosas sólo se aprenden cuando el daño que sabías

Olvidarte

Me enteré que seguís tocando el piano, y cada vez mejor. Sé que viajaste por el deporte que tanto amás hacer, y que cambiaste de carrera y ahora estás más contento. Sé que tu relación con tu papá mejoró y que ya no sufris tanto algunas cosas que antes te acomplejaban. Sé que seguís en el mismo trabajo y que viajaste con tus ahorros. Sé que estás cumpliendo metas y descubriendo nuevas, que estás concretando sueños y cambiando algunas cosas de tus planes, sé que yo fui una de esas cosas. Se que estás feliz, que ya estás bien sin mí. En cuanto a mí, todavía no conseguí el trabajo que quería y mi carrera sigue siendo mi gran amor. Sigo llorando algunos días sin razón y no tuve grandes cambios este tiempo sin vos. Todavía me cuesta dormir y me sigue dando incertidumbre mi futuro. Ya lo sé, para mejorar tengo que empezar por algún lado. Te lo juro, olvidarte va a ser el primer paso.

Casualidad

Y creo que el amor, es la casualidad más linda del mundo. Es la vida, el destino, la suerte, o lo que creas que existe, diciéndonos a gritos "ustedes no deciden nada". Ni el cómo, ni el cuándo, ni el quién, ni el dónde. Ni si va a ser rubio, ni si le va a gustar el rock o si va a saber de literatura. Ni si vas a coincidir plenamente o si van a ser un desastre que encaja perfectamente. Ni si va a ser lo que esperabas, ni si va a ser lo que no sabías que querías. Y en ese juego de posibilidades, en esa inmensa cantidad de factores que no podemos elegir, vamos por la vida, aferrandonos a cualquiera por si es la persona que hizo que quizás por única vez, todo se de perfecto para que esté pasando, hasta que el corazón realmente encaja, y ya no necesitas aferrarte o forzar nada. Cada día, en cualquier momento, pueden reunirse el cómo, cuándo, quién y dónde que te hacen aterrizar dónde pertenecés. Y forzamos el quién hasta que entendemos que así algo no encaja. Y queremos que sea ya

Un trago

Me invitaste a un trago, y a cambio te dí noches enteras de desvelo, días completos pensando y meses enteros llorando. Desde ese trago, te encuentro en cada bar, en cada vaso de cerveza que tomo para ahogar tu recuerdo, en cada mañana de resaca que me habla de vos. Ya no sé cuántas copas me va a llevar olvidarte, ya no sé si el olvido está por ahí o si debería llorarte hasta poder dejar de pensarte. Ya no sé si la solución es distraerme o si cada vez que intento hacerlo, te tengo más presente. Y pienso en todo lo que te di, en todo lo que te regalé a cambio de nada, o a cambio de ese maldito trago que desencadenó la catastrofe. Un trago. El efecto mariposa que nos trajo a este presente. La calma antes de la tormenta. Quién diría que un vodka y un par de sonrisas, un vodka y un beso con sabor a alcohol y gusto a inolvidable, un vodka y un viernes a las 3AM en la parte de atrás de tu auto, iba a hacerme pasar un junio tan frío, ya 5 meses después de vos y 10 meses después del primer enc

Promesas

Me dijiste que nunca me harías mal, y lo hiciste . Me había sostenido a tus palabras como si fueran el único salvavidas en el mar, pero no lo eran. Y cuando la mentira se descubrió y el agua me invadió los pulmones, casi sin oxígeno recogí las piezas y me volví a juntar, con el ego menos intacto, pero el amor propio todavía sano. Entendí todo lo que nunca fuiste y jamás serías. Deshice de mi cabeza y corazón la imagen tuya que había creado, y te vi real. No me gustó lo que había. Creí un poco menos en vos y bastante más en mí, te corrí del primer plano, te lloré varias noches pero cada vez un poco menos. Entendía que no valías la pena, pero igual te estaba sufriendo. Me dolías, pero cada día estabas más alejado de lo que pensaba y y más cerca de lo que no quería ni cerca, ni al lado, ni nunca. Y en el medio de tu desamor, me encontré a mi misma otra vez. Respiré, estaba calmando. Te dije que nunca te dejaría de querer, y lo hice . Te habías aferrado a mis palabras y confiabas en que

Dejavú

¿Y por qué te reprocharía algo a vos? Si yo a él le hice lo mismo. Y la historia se repite constantemente, como un dejavú. O soy la culpable o soy la víctima, o perdono o tengo que pedir perdón. ¿Y de qué puedo quejarme? Si yo también estuve de ese lado. Y me arrepiento de haber causado heridas, pero lamentablemente o lastimás o te lastiman. Siempre alguien de alguna manera sale herido, y aunque no sea intencional, los sentimientos son frágiles y cualquier palabra, silencio, acción u omisión puede provocar dolor. ¿Qué puedo hacer si hoy me toca llorar? Quizás mañana me toque estar de tu lado, viendo a alguien hacerlo. Y no es nada fácil tampoco ser el que no siente, el que no quiere, el que no es recíproco, el que no puede corresponder al amor del otro. Entonces evito las lágrimas en frente tuyo, y me las guardo para cuando esté sola, porque hoy me tocan a mí. ¿De qué te puedo culpar? Si hay algo más feo a que no te quieran, es ser el que no quiere, y no poder hacer nada más que comuni

Nuestra historia

Y cuando la cabeza me da vueltas y no puedo dormir, me vuelvo a contar nuestra historia. Como un libro, desde el principio, todo otra vez. Pienso en la primera vez que te vi, en como me cautivó tu forma de reir, en lo nuevo que recién empezaba, en lo nerviosa que estaba. No tenía idea de que ibas a dolerme tanto. Pienso en lo que siguió, en empezar a conocernos, en usar tu buzo cuando hacía frío y tus camisas a la mañana siguiente, en el olor del café cuando recién me despertaba, en sentirme cuidada, en la ansiedad que me daba no saber a dónde íbamos a desembocar. Quién diría que ahora nos despertamos en camas separadas, quién diría que ahora hasta saludarnos se siente extraño. Pienso en cada conflicto, en el nudo de esta historia que se fue llenando de polvo, en mi angustia, en lo que éramos y dejamos de ser, en todo lo que ya no tenía sabor a primera vez. Me lo cuento todo una y otra vez, pero me salteó el final, porque no me gustó. Y no puedo dejar de preguntarme si alguna noche en

4 AM

Decime dónde estabas cuando se hacían las 4 AM y yo, sola, me preguntaba dónde estabas, mientras luchaba contra mis demonios. Decime dónde estabas a la mañana siguiente, cuando agotada, sola todavía, pensaba en todo lo que nos faltó. Decime dónde estabas cuando me sentía insuficiente, cuando me desvivía imaginando donde estarías o en quién estarías pensando, cuando necesitaba un abrazo, compañía, una presencia que distrajera a mi soledad. Decime dónde estabas cuando tus besos no me eran suficientes, cuando me culpaba a mí misma por no hacerme querer mejor, más constante, más real. Decime dónde estabas cuando tenía miedo, cuando lo peor tenía lugar en mi cabeza y cualquier posible desenlace me aterrorizaba. Decime dónde estabas cuando te estaba necesitando, cuando ya no sabía que sumarle a todo eso que faltaba, cuando me desesperaba y odiaba a mí misma por ser la única que sufría. No estuviste ahí. Ojalá lo recuerdes. Ojalá sepas por qué ahora tus demonios tienen mi nombre. Ojalá entie

Más y mejor

Su prisión era su mente y su enemigo su corazón. Daba flores y a cambio recibía cortes. Cada nueva persona era una futura nueva herida que curar. Veía lo mejor en los demás y se olvidaba de protegerse de lo peor, y cuando lo peor se visibilizaba, tirada en el piso denuevo, recogía cada fragmento de lo que alguna vez había sido y se reconstruia a base del mismo cristal frágil, expuesta al resto otra vez. Y todo volvía a comenzar como una canción en repetición: Su corazón creía que la gente era buena y su mente imaginaba los mejores escenarios, pero todo nunca era más que una simple ficción. Entonces el piso, otra vez, decidió rearmarse distinto. Eligió creer lo peor hasta que le demostraran lo contrario, cambiar el viejo cristal frágil por un material más fuerte, dejar de ser la misma ilusa de siempre y entender que para protegerse tenía que dejar de confiar en todos ciegamente. Cerrar las puertas de su corazón y mentalizarse diferente, dejar de mendigar amor y regalar perdones y comen

Mejor persona

Hice cosas horribles. Todas esas que creí y presumí jamás hacer. Me comporté mal, pagué con la misma moneda, ¿Con que otra debería pagar? No siempre fui buena, yo también hice el mal, y merezco estar en algunas listas negras, ¿Pero por qué se siente tan bien si está tan mal? Y es que hice cosas horribles a quienes me hicieron cosas horribles, y sé por quién merezco ser odiada, y sé que no fui "mejor persona", pero ¿Por qué no me arrepiento de nada? Y es que sigo creyendo en que lo que hice no se hace, y sigo siendo la misma incluso después de todo, pero dejé de dar respeto donde sólo recibía a cambio maldad. Y quizás no esté bien ser igual a quién te lastimó, pero después de jugar tanto tiempo al papel de ilusa y crédula, ya no creo que lo correcto sea ser mejor. Es que sigo siendo la persona más honesta que existe, hasta que traicionas mi confianza, hasta que no merecés mi mejor versión. Es que a base de decepciones aprendí a dar más a los que se merecen más, y a reserva

Espejismo

Y entre guerras y conflictos Desilusión y tristeza Mis lágrimas tienen gusto a decepción El peor final para esta historia Oscuridad y traición Las mentiras se descubren Caída libre al precipicio Te sujeto fuerte ¿Dónde terminaremos? Pero los colores no son nítidos Algo me suena a ficción ¿Puede tanto sufrimiento ser un espejismo? ¿Puedo ser yo contra mí, esta vez, de nuevo? Por favor, hablame, decime que nos pasó Y justo cuando estamos a punto de tocar fondo Abro los ojos y me estás mirando El resto, mi imaginación... Se siente tan real todo lo que tiene lugar en mi cabeza Huyamos juntos Escapemos de mi enemigo Quiero ver sólo sol donde sólo hay sol Quiero dejar de nublar mi mundo  Quiero escapar de mi, con vos

Un té

Te vi después de tantos meses, otra vez. Para mi sorpresa estaba todo intacto. Cual si el tiempo no hubiera pasado, cual si las lágrimas de septiembre no hubieran existido, cuál si el frío que sentí en pleno enero, por tu ausencia, ya pareciera como de otra vida. Mi amor estaba intacto. E hiciste todas esas cosas que siempre me encantaron de vos. Y te reíste con esa risa y esa sonrisa que moría por hacerte brillar. Y movías las manos al hablar igual que recordaba que hacías, y el tono de tu voz era el mismo que todavía tenía presente en mis recuerdos. Y me mirabas de la misma forma, y el color de tus ojos estaba más claro, como te pasaba algunos días, según el tiempo. Y tenías el anillo que nunca te sacás, y seguías sosteniendo el té con la misma mano. Y tus ojos se achicaban de igual forma cuando sonreías, y seguías levantando una ceja cuando algo te sorprendía. Todo estaba igual a antes de tu partida, a antes de que desordenaras mi vida, y mi amor también. Pero todo era distinto.

Distintos

"Somos distintos". Me lo repito a mi misma cada vez que limpio el corte que me provocaste, que vuelvo atrás y pienso en las promesas que incumpliste, las risas que me dedicaste cuando sangraste por la herida y te burlaste de mí. Somos distintos. Lo pienso cuando me acuerdo de como desdijiste el amor y respeto que decías tenerme, como te alejaste de la persona que alardeabas ser. Somos distintos. Me intento convencer a mi misma cada vez que me vuelve a doler tu traición, que vuelvo a recordar lo que disfrutaste del espectáculo que montaste alrededor mío, de la gente que usaste para humillarme. Somos distintos. Y en algún momento, creí que nos parecíamos. Y en ese entonces, pensé que teníamos la misma clase de corazón. Pero solo me queda entender que conocés a las personas por lo que deciden hacer cuando tienen el arma cargada que te puede destruir en la mano. La usaste, pero somos distintos. Yo tiré la que tenía y me fui dolorida. Herir no me calma ninguna herida.

Con más amor

Ya sabés que siempre digo que absolutamente todo, hasta el más pequeño detalle, pasa como tiene que pasar, y sé, que por dentro, te preguntarás si era necesario. Si las cosas tenían que salir mal para encaminarlas, si teníamos que sufrir y sentirnos perdidos para volver a encontrarnos, o si no podíamos disfrutar la calma desde el primer momento, sin jugar a poner nuestra estabilidad en una cuerda floja para volvernos a saber pisando suelo firme. Ya sabés que siempre digo que somos más fuertes en los lugares en los que fuimos rotos, y sé que te preguntarás si era necesaria la caída. Si no podíamos cuidarnos desde el primer momento, si era necesario jugar a lastimarnos para entender que estábamos bien sanos. Sé que había formas de llegar más fácil, sé que no está bien poner la felicidad cerca del fuego para entender que no querés quemarla. Y también sé que a veces, los vínculos no son tan simples. Sé que a veces, en la vida real, la adrenalina de tener lejos te hace valorar más el

Café

La volvió a ver, después de 7 meses. Ahora estaba más rubia, pero su manía de jugar con su pelo mientras hablaba seguía siendo igual. Su sonrisa se había perfeccionado, pero su forma de reírse era la misma de siempre, esa que el moría por hacer brillar, y le seguían causando gracia los mismos chistes, esos que él le había aprendido a contar. Su mirada ahora era más madura, como la de quién estuvo y volvió de un infierno, y él se preguntó para sí si se había debido a su ausencia. O quizás ahora estaba más distante. Quizás antes lo miraba con amor, y ahora con dolor. Su forma de vestirse había cambiado, ahora era más oscura, formal. Tal vez se debía al nuevo trabajo. Tomaba el café sólo, igual que antes, cuando era suya, pero había abandonado el azúcar. Todo estaba intacto y todo había cambiado a la vez, menos lo que sentía por esa mujer que hoy volvía a tener enfrente. Y de pronto se reprochó no haberse quedado cuando el café le gustaba con azúcar, cuando se vestía de colores pastel,

Tu perfume

Tu perfume por la calle me transmite de nuevo a vos, al instante justo donde te tenía, donde nos teníamos, donde era feliz y no lo veía. Al momento exacto en el que todo era color rosa, justo antes de los tonos más grises, de mi llanto, de las peleas, de todo lo que pudo con nosotros, de todo lo que nos venció. Pero ahora a la distancia lo veo tan simple, como un laberinto visto desde arriba, la perspectiva lo hace parecer tan evidente... Ojalá en ese momento le hubiera sacado una dosis de drama, ojalá lo hubiera mirado desde fuera, porque no era tan enorme, porque no era tan drástico, porque era más sencillo: Teníamos que amarnos mejor, y todo lo demás, quedaba reducido a nada. Pero el tiempo pasó y en ese entonces los problemas se veían más gigantes que el amor y no podíamos encontrar la salida, o no queríamos encontrarnos, jugábamos todos los días a perdernos hasta que la realidad nos enfrentó. Como un nene que rompe su juguete y después llora a gritos fue todo causa y efecto,

AMOR

Cuando era chico, muy chico, escuché que mi papá le decía a mi mamá, en medio de gritos, que todo lo que hacía era por amor, que la quería, que nos quería, que las peleas tan fuertes, las noches tan frías, los moretones en mis brazos, el ambiente tan tenso, que todo eso era una demostración. Le creí, como hacemos todos cuando somos sólo niños. Definís una palabra por lo que te dijeron, por lo que te demostraron que significaba. Desde esa noche entendí lo que era el amor. El amor era gritos, el amor era guerra, el amor era golpes, el amor justificaba los medios. Crecí en el medio de esa mentira, mientras tantas otras iban desapareciendo. Ya no creía en el ratón perez ni en los reyes magos, y el día en que mi papá nos abandonó, el día en que vi a mi mama destrozada, llorando, ese día no hubo navidad, ese día también dejé de creer en papá Noel. Y en mi papá. Me quisieron acariciar, me quisieron abrazar, me quisieron besar los miedos, pero no reconocí al amor en la calma. Porque me lo h

Buscándote

Sus zapatos al borde de mi cama, la luz del sol de la mañana, me desperté con la sensación que te da la resaca, a veces nos emborrachamos de cuerpos que no deseamos, porque nos sentimos solos, porque queremos sentirnos queridos, pero al otro día todo se nota tan fingido. Se fue a la media hora de levantarse. Se me hizo eterna, quería estar de nuevo sola. Lo que me pareció tan necesario la noche anterior, hoy me parecía un error, y en cuanto la puerta se cerró me puse a llorar. No lloraba por él. Lloraba porque te busqué a vos en otro cuerpo, lloraba porque lo tuve en mi cama para sacarte de mi cabeza, lloraba porque me aburrí de los amores de una noche que son de todo menos amor. Lloraba porque el tuyo era mejor. Al mediodía de ese domingo, todavía sola, te llamé por teléfono, y corté apenas contestaste. Sé que solo leíste desconocido, sé también que sabés bien que era yo. Nunca creí desearte de otra, pero ojalá te pase a vos. Ojalá un día besando otro rostro, ojalá un día en sa

Te acordás

Sé que te acordás de esa tarde de abril en la que todo parecía estar destinado a salirme mal. Sé que te acordás que te dije que te fueras. Sé que te acordás que te quedaste.  Sé que todavía te acordás de la noche que vivimos en julio. Sé que te acordás de cada lugar donde tengo un lunar, del sonido de mi risa, de mi forma de amar. Sé que te acordás de la discusión tonta que tuvimos esa mañana. Ojalá te acuerdes también de los besos que nos dimos después. Sé que te acordás del frío que sentimos en noviembre. La primavera parecía no llegar a nosotros, todos los días nos distanciabamos más. Ojalá también te acuerdes de las tardes cálidas que vivimos en pleno invierno, ojalá te acuerdes del amor que nos supimos dar antes de que todo se vuelva distinto, antes de que se oscurezca y llene de polvo, antes de pensar que ya no tenía solución, que había diferencias insalvables, que "dar todo" no nos alcanzó. Sé que te acordás de mí, tal vez de vez en cuando, pero eso me

Consejos

Y si hoy, a mis 79 años, pudiera darte un único consejo, sería este: No te vayas a dormir enojado. Así de simple como suena, o así de difícil como es. No te vayas a dormir enojado. Ni con vos, ni con tu pareja, ni con tus amigos, ni siquiera con tu mascota. No te duermas alejado del corazón de quién te quiere, no siembres esa distancia, no dejes que florezca la discordia, no malgastes ni una noche distanciado de quién está a tu lado. Y si hoy, ya tan vieja, ya tan sabia, tuviera que arrepentirme de una sola cosa, fue de los enojos que alimenté en vano, de las veces que el inevitable deseo de tener la razón me impidió escucharme, escuchar a mi corazón, entender el mal que mi ego le hacía a mi alma, entender que a ella no le importaba ganar una discusión. Si hoy tuviera que recomendarte algo, te diría que no estés dos días mal por el mismo motivo. No te vayas a dormir enojado, no despiertes con el mismo rencor dentro tuyo, no esperes a que el otro de el primer paso, no te dañes a vos mi

Café

Dame un café con 2 de azúcar. No una lágrima, no más lágrimas por hoy. Dame un café que me despierte de esta pesadilla, que me sacuda por dentro, que me diga que la noche ya terminó. Ayer no pude dormir otra vez, dicen que la madrugada es para los que están felices, o los que no pueden dejar de pensar. Y sé en que grupo me encuentro, y ojalá pudiera algún día verme en la vereda de enfrente, ahí donde están quienes no quieren dormir porque la realidad supera sus sueños. Pero yo simplemente no puedo, porque son las 2AM y la cabeza me hace más ruido que el que se escucha en la triste y vacía ciudad. Y la gente estará tranquila, sin fantasmas en su casa ni en su mente, pero yo necesito salvarme, porque hoy no tengo otro objetivo más que ese. Así que abro una botella y el amargo sabor del vodka me despeja la mente, y a la mañana el café sin cortar me va a hacer olvidar que más adelante me espera otra madrugada a solas, yo y mi cabeza, yo y mi enemiga, yo. Dame un café que me saque la

Estabilidad

Coloqué una carta más en mi castillo de naipes. Tambalearon, pero seguían de pie. Me reí, festejé la victoria, y el viento que surgió de mi propia risa hizo que todo se terminara por derribar. Parece que ser feliz no es para mí, pensé, que esperan a verme esbozar una sonrisa para borrármela del rostro en tan solo un segundo. Cuantas veces mi autoestima, mi vida entera, fue ese castillo de cartas, frágil, y una simple nimiedad amenazaba su estructura entera. Los días pasaban y temblaba pero no se caía, y yo reía, porque solucionaba el problema superficial. Pero el problema de fondo, es que tu felicidad dependa de algo tan débil y fácil de destruir. Entonces entendés, que podés intentar mil veces rearmarlo, con las mismas piezas, o podes elegir rearmarte, de cero y con un material distinto. Uno que no cualquier dificultad puede destrozar. Podes ser una persona débil, y sobrevivir a base de una alegría ficticia, o podés hacerte fuerte, y que cuando te sepas feliz, no importe tanto si

Tristeza

Las gotas de agua abandonaban la canilla y producían un ruido continuo e insoportable, y yo rezaba porque simplemente se detenga de una vez. Parecía jamás ser posible, y me dañaba, algo tan insignificante me sacaba el sueño y hacía de mí una persona nerviosa. Era una pequeña molestia que a cada minuto se convertía en algo mayor, hasta que se detuvo, al fin, después de tanto pedirlo. El silencio invadió el lugar. Me había olvidado cómo se sentía la calma absoluta. Para mi sorpresa mis oídos se habían acostumbrado a esa sensación, ese ruido constante de las gotas al caer. Ya no me sentía bien sin quejarme de aquello que tanto busqué evitar. Me levanté, fui al baño, y volví a abrir la canilla un poco, solo lo suficiente para que el goteo comience otra vez. El sonido volvía a molestarme, y en esa molestia yo estaba cómoda. - Que peligroso - Pensé, mientras me volvía a perturbar el ruido del agua - Un día te volves adicto a lo que te lastima, y ya ni siquiera sabés si querés salir de a

Vidrio

Se sentó frente a la ventana de su habitación, que daba a la calle. Todo se veía gris, oscuro. Cual si estuviera a punto de empezar a llover. Todos los días parecía a punto de empezar a llover, pero jamás llovía. La vista la deprimía, pero todos los días se sentaba ahí, a mirar por la ventana, como si fuera una costumbre. Y las costumbres son difíciles de eliminar. Para ella era un hábito, como usar el buzo que su madre le había regalado cuando tenía 12 años, y que jamás había dejado de ser su preferido, o como tomar el café en una misma taza porque para ella en ESA tasa tenía un sabor distinto. No necesitaba comprobar que esto era verdad, ella lo creía y con eso le bastaba. Como creía que el buzo le traía suerte, y que sentarse a ver por la ventana los días grises era un hábito imposible de eliminar. Claro que todos los días su padre insistía con que limpie el vidrio, con que la tarde en realidad estaba hermosa, que el sol brillaba, y que no había que temer por ninguna tormenta. P

Depresión

- ¿Que sentías? - Le preguntó. Intentó encontrar las palabras justas para su respuesta, pero no podía expresar lo que le pasó, así que recurrió a las metáforas. - Fue como... Fue como si me estuviera ahogando. A mis costados no hay algo que pueda salvarme, solo agua. Busco desesperado algún indicio de que algo va a cambiar, pero no encuentro nada. Me desespero, y mi miedo empeora todo más. La sensación fue esa, estoy perdiendo las fuerzas y no hay siquiera a la vista una escapatoria, un lugar al que aferrarse, una orilla hacia la cual nadar. De pronto escucho las voces que me dicen que todo va a estar bien, pero desde lejos. Yo soy el que estoy en el medio de la nada, yo soy el que estoy luchando contra todo pronóstico, aún sabiendo que no hay chances de poder ganar. Así se siente la depresión, solo que no hay agua. No sabés que es lo que te hunde, solo sabés que no hay salida, que hagas lo que hagas cada vez estás mas inmerso en ese mar ficticio que te deja exhausto pero con vida

Estación de tren

Durante días enteros, esperó sentado en la misma estación. La gente bajaba y subía, llegaba y se iba, y él seguía mirando, buscando, con la esperanza que se asomaba con la llegada del tren, y se volvía a disipar con su partida. Jamás en su vida volvió a ver tantos rostros en tan poco tiempo, fue partícipe de varios reencuentros, varias despedidas, de lágrimas de emoción y de lágrimas de tristeza, y él seguía ahí, expectante, observando, aguardando que algo mágico suceda, preso de su optimismo. Hasta que el día 28 del mes de marzo la vio llegar. Ella, hermosa como siempre. La hubiera reconocido a kilómetros, porque no había nadie igual. El había convivido suficiente tiempo con ella como para aprenderse de memoria hasta su forma de caminar, de manera que bastó observarla un segundo para que los días de espera cobraran sentido. En ese pasado que ambos compartían, había estudiado cada rincón de su cuerpo, de su cabeza, de su personalidad. Sabía todo de aquella mujer que ahora tenía en

Idioma Universal

Imaginate lo que pasaría si intentaras dar tu punto de vista frente a un público de mil personas, que hablan en otro idioma, que no tienen conocimiento alguno sobre el español. Te pondrías nervioso, intentarías darte a entender con señas, dibujar, o expresarte de cualquier forma que no sea a través de palabras, porque del otro lado te escuchan, pero no te comprenden. Es como si fueras mudo, o como si todo el resto fuera sordo, y si te pusieras a llorar se notaría que estás triste, y si gritaras se notaría que estás enojado, pero nadie puede entender más allá de lo poco que pueden oír, y vos querías y necesitabas que te escucharan, y no solo eso, sino que pudieran sentir aquello que vos estabas sintiendo. Del otro lado, la situación sería bastante tensa también. Mil personas desesperadas  por encontrarle sentido a lo que le está pasando a aquella que tienen en frente, y pueden percibirte, mirarte, ver tu sufrimiento, tu rabia y tu dolor, pero no lo pueden comprender, porque tu realid

Respirar

Nunca pude llevar mucho tiempo algo en el cuello, no soporto los collares, siento que me aprisionan las bufandas, y una vez que me lo saco, me siento bien otra vez, como si dejara de acorralarme con algo ajeno a mí que me impedía respirar. Parecido me pasa con las palabras que no digo, con los "sí" o los "no" que no me atrevo a dar, las preguntas que no me atrevo a formular, con los enojos que no manifiesto, con las tristezas y preocupaciones que no me atrevo a expresar, con los sentimientos y los te extraño que no me arriesgo a soltar, pero me duelen en la garganta, por dentro. Lo siento como una energía pesada, propia pero ajena a mí, que necesito sacar para poder volver a estar tranquila. Lo mismo me pasa con las inseguridades que no me dejan ir a donde quiero ir y hacer lo que quiero hacer, lo siento como un nudo en mi pecho porque no estoy siendo yo cuando me someto a mi timidez o mis miedos, y necesito jugármela por lo que quiero para volver a vivir con ca

Miedos

Nacen en tu mente, se instalan en tu cabeza, y son imposibles de erradicar fácilmente. La inseguridad y la desconfianza, llegan para quedarse por un tiempo prolongado, y acrecientan con el miedo. De pronto te encontrás a vos mismo sufriendo por cosas que sabés, solo tienen lugar en tu mente, enojado con personas que en realidad, no hicieron nada más que lo que vos imaginaste, preso de fantasmas que no son reales, salvo dentro tuyo. Y si existen ahí, qué difícil erradicarlos. Que difícil entender que afuera no hay peligro, que no hay nada de lo que correr, que nadie va a lastimarte ni te está hiriendo, que solo es tu propia cabeza jugándote una mala pasada, una vez más. Entonces te equivocas, te encerrás en vos para no sufrir, por las dudas. Te alejás de la gente que te quiere porque quizás no lo haga tanto, y cuando te encontrás solo pensás "Mis miedos tenían razón". No te das cuenta que lograste que existan actuando en consecuencia, enojándote en la vida real por situaci

Trenes, personas, mundos

Sentada en el tren, como espectadora de la vida de los demás pasajeros, comencé a preguntarme cómo sería la de la mujer sentada frente mío. Tendría unos 55 años, su mano sin alianza me indicaban que estaba soltera, o quizás ya no la usaba, quizás la había dejado de utilizar cuando su matrimonio había envejecido junto con ella y su marido. Tal vez era viuda, tal vez estaba de novia, tal vez tenía 3 hijos, quizás no tenía ninguno. Tal vez estaba angustiada, tal vez estaba sufriendo un dolor muy grande sin que nadie de los que estábamos en ese transporte lo sepamos. Tan cerca y tan lejos estamos de los demás... Tal vez estaba contenta, tal vez era ama de casa, tal vez estaba volviendo de su trabajo, tal vez era su cumpleaños. Las posibilidades seguían apareciendo. De repente me intrigo el hombre que tenía parado a mi izquierda, y volví otra vez a imaginarme mil historias diferentes. ¿Será quien quería ser cuando era más joven? ¿Será feliz? ¿Tendrá quién le quite los miedos? ¿Necesitará

Una vez más

El peor esfuerzo es el que es en vano. El que no logra reconocimiento, el que no te hace llegar a obtener la finalidad propuesta, el que solo fue dolor, y nunca pudo llegar a ser recompensa. ¿Sentiste eso alguna vez? Que te esmeraste como nunca antes, que pusiste todo de vos, que realmente intentaste, y que no funcionó, que todo fue mérito sin ganancia alguna.  Y desmotiva cómo ninguna otra cosa en el mundo, el haberte roto el alma, el haber dedicado todo tu tiempo y tu energía, a algo que no se te dió. Todas tus ganas no lograron que llegues a tu objetivo, y nadie puede hacerte sentir que algo va a mejorar. Y te preguntas de que sirvió, desvivirte por lo que nunca pudiste ni siquiera alcanzar a tocar. Entonces llega la frustración de quién por mucho tiempo dio todo de sí en una causa perdida, y te culpás. Te decís a vos mismo que si tan solo fueras mejor, más inteligente, más capaz, las cosas te saldrían. Te resignás y aceptás tu destino, te decís que no sos suficiente, y que no

Forzar

Y cuando me pregunten que hacía con vos, si me hacías mal, voy a decirles que empiecen a prestar más atención, porque es lo que todos hacemos, todo el tiempo. Intentamos cambiar a la otra persona. Nos gusta lo difícil porque tendemos a querer tomarnos el arduo trabajo de lograr que el otro se transforme en alguien distinto, solo por nosotros, que no sea así de buena persona con nadie mas, salvo con nosotros. Entonces forzamos a nuestro corazón para que entre donde no se siente cómodo, y queremos que encaje a la fuerza con otro que no es de su tamaño, porque le queda chico: Hay gente que te queda chica pero la esperanza, a veces es tan peligrosa como la necedad. Y ahí estamos, intentando que el que nunca sabe querer, nos quiera bien, y que el que nunca se compromete con nada salvo el momento, nos ame para siempre, que el que nunca se fija en nadie en particular, nos vea solo a nosotros, y que el que nunca fue fiel, nos sea leal. Y la gente puede cambiar, pero no su esencia. Y si l

Te vas

Y te vas. Te vas otra vez, como siempre hiciste, como siempre haces. Te vas porque sabes, quizás inconscientemente, pero sabes al fin, que te espero al lado de la puerta, con las llaves en la mano, y una sonrisa para darte. Sabes que estoy, que siempre estoy. Y yo se que vas a volver, siempre volves. Volves y sé que es momentáneo, pero igual te dejo entrar, porque durante el tiempo en el que estas, todo se parece acomodar. Te volviste indispensable, aunque seas temporal. Como esa gente que nunca termina de pertenecer, pero nunca se llega realmente a ausentar. Y quizás un día de estos, me haga fuerte, y decida tirar las llaves y jamás volverte a dejar pasar. Quizás tus idas y vueltas me hagan más daño que lo que me provocaría vivir sin las migajas de amor que me das. Quizás deje de recibirte con un abrazo, quizás busque por otro lado cariño de verdad. Pero por ahora, vení. Que te espero con un café, con un par de besos, y con la consciencia de quien ya te conoce y sabe que no i

Vení

Veni, te dejo entrar No me gustan algunas partes de mí Y a veces, lloro porque sí Nunca se bien que decisión tomar Me enojo rapido, y me desenojo igual Creí mentiras  Desconfié verdades  Sufrí, hice sufrir Y me cuesta confiar. Mi corazón está lastimado pero mi sonrisa nunca falta y en mi vida tenes lugar Si querés pasá, sentite cómodo Perdona el desorden Descubrí lo bueno y lo malo que hay en mí. No puedo prometerte que soy perfecta o que nunca me voy a equivocar Pero si me amas, me tratas bien, y te ganas mi cariño, te voy a querer y agradecer para siempre, y cuando me necesites te lo prometo, voy a estar Pase lo que pase desde que llegas, e incluso si te vas Porque soy así de incondicional.

Cansancio

El cansancio lo asociamos con la debilidad. Uno se cansa porque no tiene más fuerzas, porque está exhausto, porque ya luchó. Pero existe otro cansancio, uno que nos hace bien. Cansate del dolor. Ese que llevas como una mochila en tu espalda, que no te deja hacer las cosas que querés hacer, que no te deja decir lo que querés decir. Cansate de llorar una y otra vez por la misma razón, cansate de guardarle un espacio tan importante de tu mente a un tema que solo te causa tristeza, cansate de estar mal. Cansate de deprimirte solo por recuerdos, por cosas que no fueron, por relaciones inconclusas. A veces que se te terminen las fuerzas es una buena señal, porque hay pesos que no tendrías que estar soportando encima. Hay penas que ya no te pertenecen. Hay miedos que existen solo en tu cabeza. ¿Quién te hizo creer que eras poca cosa? ¿Por qué crees que merecés estar mal? ¿Quién te dijo que si las cosas se daban distintas iban a ser mejores? ¿Por que decís que la felicidad no era para vos? L

Colores

Solía pensar que para entender mis emociones, tenía que ponerles un color. Una manera de comprender lo que sentía era ponerle un nombre. Y como no encontraba nombre, se me ocurrió la idea de los colores. En pocos meses cada cosa que me había pasado aparecía pintada en mi mente, según su intensidad. Fue una época de mi vida en la que me sentía mareada de tantos sentimientos diferentes y constantes. Mi vida cambiaba de tonos como el cielo a través del día, y yo no podía evitar sentirme afectada por tal inestabilidad. Así que en función de ordenar, empecé a colorear mi cabeza, para aprender a diferenciar todo lo que yo sentía. Quizás así podía intentar que los colores dejen de cambiar tan rápido. Hubo días en los que solo podía pensar en el color negro, porque así estaba mi corazón y mí autoestima. El negro lo asocie con un panorama oscuro, donde parecía que nada jamás mejoraría. Así que agarré una agenda, y escribí la palabra "negro" con la fecha del día. Ese mismo día seguí

15 de junio

El 15 de junio te dije "me encantan tus ojos, son los más lindos del mundo". Me acuerdo porque fue 2 días después de mi cumpleaños. O porque fue el día después de ponernos de novios, o no sé por qué me acuerdo. A veces la memoria guarda datos que no sabemos bien que hacen ahí y sin embargo ahí están. Yo me acuerdo que el 15 de junio dije que me gustaban tus ojos. O mejor, que eran los más lindos del mundo. Un año y medio después, me preguntaron qué color de ojos era mi preferido, y dije verdes. Me encantan los ojos verdes. No me acuerdo que día fue eso, porque ya no era antes de nada especial. Ya hace varios meses que vos y yo no nos hablábamos. Tus ojos no eran verdes. Eran marrones. Nunca me gustaron los ojos marrones a mí, los míos son así y quizás sea por eso, no lo sé. Pero no me gustan, en fin. Un 15 de junio te dije que tenías los ojos más lindos del mundo. No conozco todos los ojos de todo el mundo, pero un 15 de junio acostada al lado tuyo, mirándote, me pare

Despedida

Estuve con vos para que te quedaras. Dejé que me besaras la piel, y terminamos dejándonos llevar. Yo me dejé llevar por cariño y vos por pasión. Me dejaste en mi casa y me diste un beso con gusto a poco, de esos que anticipan una despedida. Y desde ese lunes a la tarde, no te volví a ver nunca más. Quién me habrá hecho creer que haciendo lo que vos querías yo iba a lograr que me quisieras. Si solo hubiera sabido que el amor no se consigue. No se trata de dar nada a cambio. No hay que desnudar el cuerpo para intentar que se interesen por ver tu corazón. O quizás ya lo sabía. Quizás sabía que te estaba perdiendo. Quizás sabía que no éramos ni íbamos a ser. Quizás dejarte hacer lo que querías era darte ese empujoncito para que te fueras. Te dejé verme la piel, porque sabía que era lo único que querías conseguir de mí. Y aunque desde esa tarde no te vi nunca más, y aunque después de un par de cervezas me sigo acordando de lo usada que me sentí, y aunque me sigo arrepintiendo de haberm

Efecto mariposa

Ya sabés lo que dicen. El aleteo de una mariposa en un lugar recóndito, puede cambiar el mundo entero. Todo afecta todo. Y no dejo de pensar en quién sería yo, si no hubieras existido en mi vida vos. ¿Alguna vez te pasó? De cambiar tanto, de sentirte un extraño en tu propia piel. Me dijiste que te ibas con la misma simplicidad con la que se dicen las cosas que no se piensan demasiado. Para vos irte es fácil, sos de esas personas que siempre se van. Que nunca permanecen mucho tiempo en ningún lado. Para mi, para las personas como yo, no todo es tan simple. Hay gente que simplemente se aferra más fuerte. Nunca aprendí a hacer de mi corazón un nómade, que va de lugar en lugar, y no se tarda mucho en ninguna parte. A las personas como yo, las cosas le afectan más. A las personas como vos, nada las toca jamás. Te abrí la puerta para que te vayas con la misma simplicidad con la que se tolera un "no te quiero más". No lo entendés, los sentimientos no se entienden, pero lo acep