Casualidad

Y creo que el amor, es la casualidad más linda del mundo. Es la vida, el destino, la suerte, o lo que creas que existe, diciéndonos a gritos "ustedes no deciden nada". Ni el cómo, ni el cuándo, ni el quién, ni el dónde. Ni si va a ser rubio, ni si le va a gustar el rock o si va a saber de literatura. Ni si vas a coincidir plenamente o si van a ser un desastre que encaja perfectamente. Ni si va a ser lo que esperabas, ni si va a ser lo que no sabías que querías. Y en ese juego de posibilidades, en esa inmensa cantidad de factores que no podemos elegir, vamos por la vida, aferrandonos a cualquiera por si es la persona que hizo que quizás por única vez, todo se de perfecto para que esté pasando, hasta que el corazón realmente encaja, y ya no necesitas aferrarte o forzar nada. Cada día, en cualquier momento, pueden reunirse el cómo, cuándo, quién y dónde que te hacen aterrizar dónde pertenecés. Y forzamos el quién hasta que entendemos que así algo no encaja. Y queremos que sea ya hasta que comprendemos que así algo no sirve. Y un martes cualquiera a las 4 de la tarde, un viernes a la noche o un domingo a la mañana, puede suceder la casualidad más linda del mundo. Suerte, destino, no importa. El amor te supera en fuerzas y elige por vos quién siempre o quién nunca. El amor nos grita que nosotros no decidímos nada.
¿De que otro modo es posible que se estén queriendo tan bien dos personas que ya no querían querer más a nadie?

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Día de sol

El último cigarrillo

Te quiero