El último cigarrillo

"Juro que va a ser el último" dije mientras encendía otro cigarrillo. Siempre iba a ser el último.
Así me pasaba con todas las cosas que me hacían mal. Con los tragos, con las madrugadas sin dormir, con pensar demasiado, con cometer los mismos errores, con vos. Siempre la última vez. Y quizás mi vida se trataba de un dejavú, de una repetición, de series iguales, de más de lo mismo, y quizás en esas promesas que no me cumplía me perdía a mi misma cada vez.
Lo terminé y lo tiré por el balcón de tu departamento. Volví a acostarme al lado tuyo sin poder dejar de pensar. Esa noche iba a ser la última vez que fumara y que durmiera con vos al lado. Me lo juré: Juré no fallarme. Igual que terminaría haciendo la noche siguiente y todas las demás. Eventualmente dejé el cigarrillo, y te dejé a vos. Lo cambié todo por distintos vicios. Mi cuerpo ya no tiene la misma vitalidad y mi amor propio no es el mismo que antes de vos. Pero algunas cosas sólo se aprenden cuando el daño que sabías que pasaría ya es irreversible.

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