Entradas

Mostrando entradas de diciembre, 2017

Algún lugar

Estoy segura de que tiene que haber algún lugar donde el dolor no arde y la vida es más simple, donde el equipaje es más liviano y los miedos no nos ahorcan como un correa que llevamos demasiado apretada al cuello, donde las preocupaciones se reducen y los problemas no nos hunden, donde el estrés no nos destruye y vivir no nos agota, donde las inseguridades no nos dominan y podemos tener el control total sobre nuestro cuerpo y autoestima, donde podemos decir y hacer lo que en el momento se sienta necesario y nuestra mente no se transforma en nuestra prisión, en nuestro propio enemigo que nos impide ser lo que queremos ser, donde lo que el otro diga sea confiable, (donde el otro sea confiable), donde no nos mientan ni lastimen más, donde nos ayuden a reducir la ansiedad y nos enseñen que la traición no es lo común y que la honestidad todavía existe, donde nos quieran bien, sin vueltas, con mayor simpleza y menos impedimentos, donde nos quieran sano, constante, real, donde estar vivos se

El último cigarrillo

"Juro que va a ser el último" dije mientras encendía otro cigarrillo. Siempre iba a ser el último. Así me pasaba con todas las cosas que me hacían mal. Con los tragos, con las madrugadas sin dormir, con pensar demasiado, con cometer los mismos errores, con vos. Siempre la última vez. Y quizás mi vida se trataba de un dejavú, de una repetición, de series iguales, de más de lo mismo, y quizás en esas promesas que no me cumplía me perdía a mi misma cada vez. Lo terminé y lo tiré por el balcón de tu departamento. Volví a acostarme al lado tuyo sin poder dejar de pensar. Esa noche iba a ser la última vez que fumara y que durmiera con vos al lado. Me lo juré: Juré no fallarme. Igual que terminaría haciendo la noche siguiente y todas las demás. Eventualmente dejé el cigarrillo, y te dejé a vos. Lo cambié todo por distintos vicios. Mi cuerpo ya no tiene la misma vitalidad y mi amor propio no es el mismo que antes de vos. Pero algunas cosas sólo se aprenden cuando el daño que sabías

Olvidarte

Me enteré que seguís tocando el piano, y cada vez mejor. Sé que viajaste por el deporte que tanto amás hacer, y que cambiaste de carrera y ahora estás más contento. Sé que tu relación con tu papá mejoró y que ya no sufris tanto algunas cosas que antes te acomplejaban. Sé que seguís en el mismo trabajo y que viajaste con tus ahorros. Sé que estás cumpliendo metas y descubriendo nuevas, que estás concretando sueños y cambiando algunas cosas de tus planes, sé que yo fui una de esas cosas. Se que estás feliz, que ya estás bien sin mí. En cuanto a mí, todavía no conseguí el trabajo que quería y mi carrera sigue siendo mi gran amor. Sigo llorando algunos días sin razón y no tuve grandes cambios este tiempo sin vos. Todavía me cuesta dormir y me sigue dando incertidumbre mi futuro. Ya lo sé, para mejorar tengo que empezar por algún lado. Te lo juro, olvidarte va a ser el primer paso.

Casualidad

Y creo que el amor, es la casualidad más linda del mundo. Es la vida, el destino, la suerte, o lo que creas que existe, diciéndonos a gritos "ustedes no deciden nada". Ni el cómo, ni el cuándo, ni el quién, ni el dónde. Ni si va a ser rubio, ni si le va a gustar el rock o si va a saber de literatura. Ni si vas a coincidir plenamente o si van a ser un desastre que encaja perfectamente. Ni si va a ser lo que esperabas, ni si va a ser lo que no sabías que querías. Y en ese juego de posibilidades, en esa inmensa cantidad de factores que no podemos elegir, vamos por la vida, aferrandonos a cualquiera por si es la persona que hizo que quizás por única vez, todo se de perfecto para que esté pasando, hasta que el corazón realmente encaja, y ya no necesitas aferrarte o forzar nada. Cada día, en cualquier momento, pueden reunirse el cómo, cuándo, quién y dónde que te hacen aterrizar dónde pertenecés. Y forzamos el quién hasta que entendemos que así algo no encaja. Y queremos que sea ya

Un trago

Me invitaste a un trago, y a cambio te dí noches enteras de desvelo, días completos pensando y meses enteros llorando. Desde ese trago, te encuentro en cada bar, en cada vaso de cerveza que tomo para ahogar tu recuerdo, en cada mañana de resaca que me habla de vos. Ya no sé cuántas copas me va a llevar olvidarte, ya no sé si el olvido está por ahí o si debería llorarte hasta poder dejar de pensarte. Ya no sé si la solución es distraerme o si cada vez que intento hacerlo, te tengo más presente. Y pienso en todo lo que te di, en todo lo que te regalé a cambio de nada, o a cambio de ese maldito trago que desencadenó la catastrofe. Un trago. El efecto mariposa que nos trajo a este presente. La calma antes de la tormenta. Quién diría que un vodka y un par de sonrisas, un vodka y un beso con sabor a alcohol y gusto a inolvidable, un vodka y un viernes a las 3AM en la parte de atrás de tu auto, iba a hacerme pasar un junio tan frío, ya 5 meses después de vos y 10 meses después del primer enc

Promesas

Me dijiste que nunca me harías mal, y lo hiciste . Me había sostenido a tus palabras como si fueran el único salvavidas en el mar, pero no lo eran. Y cuando la mentira se descubrió y el agua me invadió los pulmones, casi sin oxígeno recogí las piezas y me volví a juntar, con el ego menos intacto, pero el amor propio todavía sano. Entendí todo lo que nunca fuiste y jamás serías. Deshice de mi cabeza y corazón la imagen tuya que había creado, y te vi real. No me gustó lo que había. Creí un poco menos en vos y bastante más en mí, te corrí del primer plano, te lloré varias noches pero cada vez un poco menos. Entendía que no valías la pena, pero igual te estaba sufriendo. Me dolías, pero cada día estabas más alejado de lo que pensaba y y más cerca de lo que no quería ni cerca, ni al lado, ni nunca. Y en el medio de tu desamor, me encontré a mi misma otra vez. Respiré, estaba calmando. Te dije que nunca te dejaría de querer, y lo hice . Te habías aferrado a mis palabras y confiabas en que

Dejavú

¿Y por qué te reprocharía algo a vos? Si yo a él le hice lo mismo. Y la historia se repite constantemente, como un dejavú. O soy la culpable o soy la víctima, o perdono o tengo que pedir perdón. ¿Y de qué puedo quejarme? Si yo también estuve de ese lado. Y me arrepiento de haber causado heridas, pero lamentablemente o lastimás o te lastiman. Siempre alguien de alguna manera sale herido, y aunque no sea intencional, los sentimientos son frágiles y cualquier palabra, silencio, acción u omisión puede provocar dolor. ¿Qué puedo hacer si hoy me toca llorar? Quizás mañana me toque estar de tu lado, viendo a alguien hacerlo. Y no es nada fácil tampoco ser el que no siente, el que no quiere, el que no es recíproco, el que no puede corresponder al amor del otro. Entonces evito las lágrimas en frente tuyo, y me las guardo para cuando esté sola, porque hoy me tocan a mí. ¿De qué te puedo culpar? Si hay algo más feo a que no te quieran, es ser el que no quiere, y no poder hacer nada más que comuni

Nuestra historia

Y cuando la cabeza me da vueltas y no puedo dormir, me vuelvo a contar nuestra historia. Como un libro, desde el principio, todo otra vez. Pienso en la primera vez que te vi, en como me cautivó tu forma de reir, en lo nuevo que recién empezaba, en lo nerviosa que estaba. No tenía idea de que ibas a dolerme tanto. Pienso en lo que siguió, en empezar a conocernos, en usar tu buzo cuando hacía frío y tus camisas a la mañana siguiente, en el olor del café cuando recién me despertaba, en sentirme cuidada, en la ansiedad que me daba no saber a dónde íbamos a desembocar. Quién diría que ahora nos despertamos en camas separadas, quién diría que ahora hasta saludarnos se siente extraño. Pienso en cada conflicto, en el nudo de esta historia que se fue llenando de polvo, en mi angustia, en lo que éramos y dejamos de ser, en todo lo que ya no tenía sabor a primera vez. Me lo cuento todo una y otra vez, pero me salteó el final, porque no me gustó. Y no puedo dejar de preguntarme si alguna noche en

4 AM

Decime dónde estabas cuando se hacían las 4 AM y yo, sola, me preguntaba dónde estabas, mientras luchaba contra mis demonios. Decime dónde estabas a la mañana siguiente, cuando agotada, sola todavía, pensaba en todo lo que nos faltó. Decime dónde estabas cuando me sentía insuficiente, cuando me desvivía imaginando donde estarías o en quién estarías pensando, cuando necesitaba un abrazo, compañía, una presencia que distrajera a mi soledad. Decime dónde estabas cuando tus besos no me eran suficientes, cuando me culpaba a mí misma por no hacerme querer mejor, más constante, más real. Decime dónde estabas cuando tenía miedo, cuando lo peor tenía lugar en mi cabeza y cualquier posible desenlace me aterrorizaba. Decime dónde estabas cuando te estaba necesitando, cuando ya no sabía que sumarle a todo eso que faltaba, cuando me desesperaba y odiaba a mí misma por ser la única que sufría. No estuviste ahí. Ojalá lo recuerdes. Ojalá sepas por qué ahora tus demonios tienen mi nombre. Ojalá entie

Más y mejor

Su prisión era su mente y su enemigo su corazón. Daba flores y a cambio recibía cortes. Cada nueva persona era una futura nueva herida que curar. Veía lo mejor en los demás y se olvidaba de protegerse de lo peor, y cuando lo peor se visibilizaba, tirada en el piso denuevo, recogía cada fragmento de lo que alguna vez había sido y se reconstruia a base del mismo cristal frágil, expuesta al resto otra vez. Y todo volvía a comenzar como una canción en repetición: Su corazón creía que la gente era buena y su mente imaginaba los mejores escenarios, pero todo nunca era más que una simple ficción. Entonces el piso, otra vez, decidió rearmarse distinto. Eligió creer lo peor hasta que le demostraran lo contrario, cambiar el viejo cristal frágil por un material más fuerte, dejar de ser la misma ilusa de siempre y entender que para protegerse tenía que dejar de confiar en todos ciegamente. Cerrar las puertas de su corazón y mentalizarse diferente, dejar de mendigar amor y regalar perdones y comen

Mejor persona

Hice cosas horribles. Todas esas que creí y presumí jamás hacer. Me comporté mal, pagué con la misma moneda, ¿Con que otra debería pagar? No siempre fui buena, yo también hice el mal, y merezco estar en algunas listas negras, ¿Pero por qué se siente tan bien si está tan mal? Y es que hice cosas horribles a quienes me hicieron cosas horribles, y sé por quién merezco ser odiada, y sé que no fui "mejor persona", pero ¿Por qué no me arrepiento de nada? Y es que sigo creyendo en que lo que hice no se hace, y sigo siendo la misma incluso después de todo, pero dejé de dar respeto donde sólo recibía a cambio maldad. Y quizás no esté bien ser igual a quién te lastimó, pero después de jugar tanto tiempo al papel de ilusa y crédula, ya no creo que lo correcto sea ser mejor. Es que sigo siendo la persona más honesta que existe, hasta que traicionas mi confianza, hasta que no merecés mi mejor versión. Es que a base de decepciones aprendí a dar más a los que se merecen más, y a reserva