Cuota de ilusión

Siempre vuelvo a vos, o a tu recuerdo, o a la cuota de ilusión que guardo por las dudas en algún costado de mi cuerpo, escondida hasta de mi misma y de todas las razones por las cuales no debería hacerlo. Siempre vuelvo a vos, en ese ciclo vicioso vivo, y no sé si es que me acostumbré a esa repetición, o si no te encuentro por otro lado, y se bien que lo he intentado: A veces me resigno, y dejo de buscar, a veces salgo fuera, y vuelvo a fracasar. Debe de existir en alguna parte, alguien que me saque esa cuota de ilusión, pero sé que va a ser con llanto, y lo tuyo fue distinto, porque nunca me hiciste sufrir para volverte inolvidable. Sólo me hiciste desearte con una esperanza que sólo tenía cuando era niña y no creía en imposibles. 

Debe ser así como la gente buena se hace un lugarcito en los demás, debe ser la huella que no necesitó ser herida lo que me sorprendió y cautivó de vos. Y yo siempre vuelvo, aunque el lugar ya esté vacío, nadie agota esa cuota de ilusión que te reservo, e intento, conozco otros labios, otras esencias, pero a todas les falta ese algo, ese algo que me hace escribir: Es que si no me inspirás a hacerte poesía, por acá no es, ya lo descubrí.

Yo espero encontrar algún día alguna otra alma que me haga vibrar, y quizás esa cuota de ilusión por fin se extinga. Pero por ahora, esa cuota me salva, es la que me da esperanza. Porque es lindo que te quieran, y es lindo que te cuiden, pero querer con todo tu cuerpo a alguien, eso es magia, y es lindo que sientan algo por vos y es lindo que lo demuestren, pero sentir todo por alguien, sentir todo por alguien te recuerda que estás vivo.

Y cuando me encuentro en desencuentros constantes con personas carentes de tu empatía y de nuestra piel, que por más que sean buenos no me sale querer, que jamás le van a hacer justicia a lo que me hiciste vivir, en vez de conformarme, como hacía antes, como hice toda la vida, vuelvo a mi casa y te recuerdo.

Y entonces, me lo prometo: No voy a resignarme a sentir menos del amor que descubrí gracias a vos, que tengo dentro. Y la cuota de ilusión eventualmente se agotará, pero por ahora me salva, y me hace entender que el amor que no es pasión a primer encuentro, no es nada.

Sol iannaci

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