Volver jamás

A veces te sigo pensando, a veces me tienta la idea de volver. De alguna forma sé que tu puerta va a estar abierta, o que vas a encontrar la manera de hacerme un lugar. Quiero que sepas que te sigo recordando con cierta melancolía, quiero que sepas que no hay nada que tenga más en claro que que te lastimé. Y de vez en cuando, cuando me canso de amores de un rato, cuando no me quieren bien, cuando me siento descuidada, triste o sola, no hay nada que quiera más en el mundo que volver, pero no lo hago, porque sé que me vas a estar esperando. Pero no lo hago, porque no quiero volver a abrir la herida que te está cicatrizando.
Te herí como no se tiene que herir a nadie, jugué a buscarte cuando yo quería, y el final siempre era el mismo, porque algo en vos no me llenaba, pero era tan hermoso sentirme así de querida. Entonces con el tiempo me alejaba, me daba cuenta que nunca lograba enamorarme, y con el tiempo, te volvía a idealizar, volvía a intentar, volvía a tratar de forzar a mi corazón a encajar, porque vos me querías como pocas veces me quisieron, y yo no lo entendía. ¿Cómo pude perderme ese amor? Ojalá pudiéramos elegir el quién y el cuándo, ojalá pudiera haberte sido recíproca, ojalá pudiera haberte amado como vos podías.
A veces, muero de ganas de volverte a buscar, de intentar otra vez, de obligarme a saberte valorar, y sé que no es mi culpa no poderme enamorar, pero fue mi culpa haberte ilusionado tantas veces con que alguna de todas, iba a quedarme de verdad. De vez en cuando, te sueño, vuelvo a pensar a la distancia que esta vez, después de tanto tiempo, algo va a cambiar, pero me obligo a no llamarte, a no volverte a destruir, a no volverme a engañar.
Estoy enamorada del amor puro que me tuviste, y estoy cansada de no encontrarlo en ningún otro lugar, pero no vuelvo. Porque no importa cuán fuerte te amen, no importa cuánto quieras amar. Hay cosas que suceden o no suceden, y no quiero jugar más con tu esperanza, no quiero hacerte nunca más daño por culpa de mi soledad. No quiero volver jamás a un corazón que solo supe desarmar.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Día de sol

El último cigarrillo

Te quiero