La ví

La vi después de mucho tiempo, le bastó una sonrisa para que todo volviera a comenzar. Está más en paz consigo misma, lo supe porque ya no necesita entrar en guerra con todos los demás. Su mirada sigue causándome todo lo que nadie me provocó jamás, y cuando la miro, entiendo por qué nunca funcionó con nadie más. La vi después de tanto tiempo, de tantos intentos, de tantas personas, y comprendo que nunca se fue de verdad. O quizás no me fui yo, quizás una parte de mí se quedó con ella, quizás por eso no me pude entregar completo a nadie más. Pero cuando la miro a los ojos, no tengo ganas de que me suelte, no tengo ganas de estar en ningún otro lado. Cuando la miro a los ojos, tengo ganas de aferrarme para siempre y volver a ser yo entero, volver a tener esa parte que dejé en ella años atrás, para poder amarla como se merece, para reconstruir sus partes rotas, para que los dos, por primera vez, amemos de verdad. Yo la voy a amar como nunca nadie la amó, y ella, me va a enseñar a quedarme, a arriesgarme a estar en cuerpo y alma en el mismo lugar.

Comentarios

  1. Todo lo que escribis siempre me llega al corazón, la verdad sos como magia!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Día de sol

El último cigarrillo

Te quiero