Let her go

Tengo el corazón roto pero me estoy riendo. Me rio de lo que me causa risa y me rio de estar riendome. Hasta hace un rato me parecía que nunca más me iba a poder reir.
Anteayer en el Uber hacia tu casa estaba lloviendo, y en la radio empezaba a sonar Let her go: ''Solo sabes que la quieres cuando la dejas ir''. Tragué saliva para no llorar. ¿Por qué lloraría si no me pasaba nada? Pero esa canción da ganas de llorar. ''Solo sabes que la quieres cuando la dejas ir''. Tuve un pensamiento en ese Uber. Uno que hubiera pasado desapercibido si esa noche no me hubieras roto el corazón: ''Ojalá no nos pase eso. Quiero a alguien que se de cuenta de que me quiere antes de dejarme ir.''
Ayer a la madrugada me mandaste un mensaje: ''No paré de pensar en vos en todo el día''. Es gracioso porque la madrugada del día anterior nos habías dejado ir. Entonces me rio, y pienso que las mujeres tenemos algún tipo de intuición, y que cuando se trata de pensar mal, pocas veces me equivoco. 
Creo que en el fondo me causa gracia pensar que si ahora vos estuvieras en un Uber, si supieras inglés, si escucharas la letra de esa canción, llorarías. Me hubiera gustado que me quisieras como para no necesitar dejarme ir para darte cuenta. Pero me rio porque, a veces, la vida es una película de esas malas. De esas que las ves y pensás ''¿Justo justo tanta casualidad?''. Y sonrío porque creo, con la poca ilusión que me queda, que alguna vez mi vida va a ser una película de esas de amor cliché. De esas que las ves y pensás ''¿Tanto la va a querer?''.
Solo que no ahora.
Solo que no con vos.

Comentarios

  1. Juro que cada uno de tus textos me llega al alma, no porque viva ese sentimiento, sino porque lo vivi o porque se que estoy por vivirlo, gracias

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