Cuando vos me faltes (Enfermedad)

No quiero entender la Ley de la gravedad si no existe forma de que Newton ni de que nadie me explique hoy mismo donde me voy a caer cuando vos me faltes. O si la ley de gravedad se va a aplicar, porque ahora todo es caída libre. Y puede que me guste estar en caída libre, y que no quiera saber que me espera debajo de todo, cuando vos no estés.
No quiero informarme sobre astrología si en ninguna página web me dicen en qué estrella te voy a tener que buscar cuando ya no estés acá. Ni cuánto falta para tener que hablarle al cielo. Ni si mi estrella, la que sea que me toque, me va a escuchar cuando me queje de que te fui perdiendo gradualmente, acostumbrándome con paciencia a la idea de que no nos quedaba mucho tiempo, y que sin embargo el día en el que te fuiste sentí que me lo arrancaban todo, todo de golpe. Sin previo aviso ni anestesia. Todo de un tirón.
No quiero saber nada de la teoría de la relatividad. No quiero vivir en un mundo dinámico si por cada segundo que pasa yo me encuentro más cerca de nuestro final. Quiero que Einstein me diga como volverlo estático. Ahora estás, después no. ¿Podría todo detenerse ahora, mientras te sostengo la mano? Todavía, si guardo silencio, puedo escuchar tu respiración entrecortada en ésta habitación.
No sé qué dijo Darwin sobre la evolución de las especies, ni si habló o no habló del hombre y del mono, y no me importa. Quiero sentarme a tomar un café con él. Quiero que me explique si podemos seguir evolucionando. Si podemos volvernos inmortales. Si, palabras más, palabras menos, yo puedo inmortalizarte, porque se nos está acabando el tiempo. Quiero llorar y patalear y gritarle que se nos está acabando el tiempo. Que necesito una evolución.
Quiero creer en la Ley de atracción, y en El Secreto de Rhonda Byrne, pero, ¿Cómo yo pudiera creerle? Si ruego por tu salud. Si no hay nada que yo quiera más en el mundo que lograr que te quedes. Si lucho contra mi desilusión para aferrarme a mi esperanza. Si igual, cada día que pasa, tengo que lograr más y más silencio en la habitación para poder escucharte respirar.
Y, a veces, cuando te veo dormir, tengo un pensamiento menos egoísta, y me acuerdo que te amo. ''Quiero perderte''. Tu respiración se entrecorta notoriamente y cada reserva de aire te cuesta más esfuerzo. ''Quiero perderte''. Tu pulso se debilita y ya no me reconocés cuando abrís los ojos. ''Quiero perderte''. No vas a salir de acá, nunca, nunca más. Ya no vas a poder subirte a tu bicicleta. Ya no vas a hacer el mate, el más rico del mundo. Ya no te queda energía para levantar el brazo y poderlo cebar. Quiero perderte.
Y cuando te pierda te voy a buscar en alguna estrella. En la más brillante.
Una vez alguien me dijo que cuando las estrellas se ven grandes, enormes, en realidad son planetas. Vos merecés ser planeta. Te voy a buscar en alguno, y te voy a contar que te amo. Te amo tanto que quise perderte. Da igual donde caiga yo si vos ya te caíste. No puedo ser tan egoísta. No puedo frenar el tiempo en tu dolor.
Quiero perderte. Porque ya te perdí.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Día de sol

El último cigarrillo

Te quiero