Miedo al dolor

A veces tengo ese miedo, y eso que tengo tatuado un "Esto también pasará" en mi antebrazo derecho. Pero de vez en cuando, tengo el inmenso terror de que mi presente sea mi futuro, y de que la tristeza jamás se vaya ni fluctúe: El terror de tener que acostumbrarme a vivir con ella, porque hizo de mi cuerpo su hogar. Otras veces, cuando respiro tranquila, me relajo y me río de todas esas ideas que cuando estoy borracha de miedos tienen lugar en mi mente, y me pongo a pensar en todas las veces en las que ya estuve preocupada por cosas que temía interminables, y en todas las veces en las que volví a ser feliz, porque la vida es eso. 
A veces lloro y lloro y lloro, y siento que lo que me pasa hoy, no tiene final. Y a veces me seco las lágrimas y me digo a mí misma que mientras tenga pulso, hay esperanzas para todo, y que los sentimientos no son eternos: Los sentimientos cambian. Los sentimientos se enfrían. Los sentimientos no son realidades, sino temporalidades, que vienen y se van, varían su intensidad, enseñan algo y desaparecen. Y algo debo tener que aprender de este dolor.
"Dentro de mi había una voz que me decía que los perfectos momentos vienen después de haberte casi muerto de tristeza", y dentro de mi también hay otras voces, las que me dicen que no voy a poder con todo esto. Pero esas voces me gritan, y las escucho en el ruido y entre medio de mi nerviosismo, cuando todos mis fantasmas e inseguridades son más grandes y mi cabeza me atormenta.

Pero cuando logro relajar a mi mente, sólo escucho a esta otra voz, la que me susurra. Y me susurra que algo tengo que aprender de esto, y que la tristeza me empequeñece pero no me mata, porque no es su objetivo. Su objetivo es irse, pero antes la tengo que escuchar y ver qué tiene para decirme, sentirla y no entrar en pánico. Porque ya estuvo acá conmigo muchas veces, pero nunca, nunca jamás se quedó.

Sol iannaci💖

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