Escuchate

Vivimos toda nuestra vida escuchándonos, constantemente. Escuchamos absolutamente todos nuestros miedos, nuestras críticas, nuestras preocupaciones. Si tu cabeza está en blanco y negro, tu vida va a seguir el mismo camino. A veces lo olvidamos, a veces delegamos esa culpa en otras personas. Creemos que estamos mal por lo que dijo A, por lo que hizo B, o por como nos miró C, y casi sin darnos cuenta nos eximimos de responsabilidad. O no sabemos por qué estamos tristes, o no sabemos por qué nada positivo llega a nosotros. Tus pensamientos crean tu realidad, porque no se puede vivir transmitiendo energía negativa y esperar recibir de afuera lo que no generamos desde adentro. Seguramente estés pensando y te sorprenda con la cantidad de pensamientos con los que te intoxicás. Seguramente te des cuenta que el 90% de tu tiempo emitís una frecuencia interna que tiende a ser pesimista.
No podemos dejar de pensar, porque es lo que hacemos, todo el tiempo. Pero si podemos cambiar la frecuencia. Intentá disuadir cada pensamiento negativo que te quiera invadir. Intentá dejar de entristecerte por cosas que no pasaron y quizás jamás lo hagan. Intentá dejar de imaginarte siempre los peores escenarios, aunque después pasen, ¿Hace falta sufrirlos de antemano? Distraete con cualquier cosa en vez de divertirte pensándote en situaciones que te humillan, duelen, o avergüenzan. No pienses cosas malas. Esquivalas como puedas constantemente. Y un día te vas a dar cuenta que casi nunca es lo que te sucede, y casi siempre es lo que pensás que te sucede. Y un día te vas a acostumbrar a no auto-boicotearte cada plan, meta o sueño vos mismo, creyendo siempre lo peor. Y un día vas a entender que vivís la mayor parte de tu vida en tu cabeza: Asegurate que sea un lindo lugar en el que vivir.

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