2 mil km

Dos mil kilometros

Me hacen temblar las palabras que recibo de tu parte, y saber que las escribiste pensando solo en mi. Me hace vibrar el recordar nuestro pasado, el pensar en un futuro, el imaginar los besos que ya fueron y los que pueden llegar a ser. Tu voz me genera calma, y las noches que te sueño sé que desembocan en mañanas buenas. Leer tus mensajes cuando me despierto me hace empezar los días con el pie derecho, y cuando encuentro nuestra historia en canciones, te sonrío, aunque no me veas hacerlo.

No sé que carajo es la distancia ni quién la inventó, pero por la calidez con la que nos vivimos, yo no la siento. Y sé que cada día más de extrañarte, es un día menos para nuestro reencuentro.

Dicen que estás lejos, pero me haces temblar y vibrar como si estuvieras acá, como si con cada palabra tocaras mi piel, como si cada pensamiento mío que te tiene de protagonista fuera una caricia tuya que recibo, y hay dos mil kilometros entre nosotros, pero, a veces, no los siento. Me creo lejos de todos los que están acá, me encuentro fría con presencias vacías, y los que no son vos se sienten como ausencias, y no sé que carajo es la distancia, pero no me preocupa tanto. Hoy es un día más de extrañarte, pero también es un día menos. Y mientras tacho números de mi cuenta regresiva, no desespero: Nunca me sentí tan cerca de alguien, y no tiene ningún sentido, y así pactamos los dos que lo entendemos.

Yo no sé que carajo es la distancia, pero el amor que te tengo está dentro mío, y entonces los dos mil kilometros no son un impedimento. Entre nosotros existe amor, respeto, y quizás destino, pero no distancia. La distancia la siento con todos esos que no saben ser vos. La distancia todos los días tiene igual kilometraje, pero menos tiempo.

Y de ese abrazo que los dos deseamos que suceda, sostengo toda mi esperanza. Y a mi esperanza no le importan los dos mil kilometros. Ella sólo le sonríe a nuestra reciprocidad. Porque en esa reciprocidad, están todas las certezas que (nos) tengo.

Sol Iannaci