Futura yo
Futura yo
Ya estás bien, ¿No? Los miedos quedaron atrás, las inseguridades se fueron, lo que parecía interminable terminó. Ahora pisas fuerte.
Ya estás bien, ¿No?, ya no sos yo, o no sos la que soy ahora. Sos otra distinta, creciste, cambiaste, recuperaste la sonrisa, la llenaste otra vez de sueños, te diste cuenta que me estaba apagando, y me supiste encender.
Quiero creer que ya estás bien, que ésta tristeza que siento encima mío te dejó en paz, que lo que hoy creo perpetuo ya pasó, y que no sos yo, quiero creer que pudimos hacer los cambios necesarios para que eso suceda.
Ahora te sentís bien, ¿No? Y te reís de la incontable cantidad de veces en las que me metí en la cama y lloré y lloré y lloré, por creer que yo nunca sería vos, por pensar que la tristeza que tenía encima iba a terminar conmigo antes de que yo pueda terminar con mis miedos. Pero pasó, ¿No? Y lo que soy hoy también pasó. Porque seguí intentando, casi por inercia, aún todos esos días en los que ya no sabía siquiera para qué seguir. Quiero creer que esta versión mía que siento que no me hace justicia quedó lejos tuyo, y ya no te reconocés en mí, porque ya no estoy, porque la felicidad te cambia. Y te mejora.
Ya disfrutás de la vida, ¿No? Me encantaría hacerlo ahora. Poder vestirme y salir, afrontar los días con una sonrisa. Y mi mamá siempre me dice que me estoy perdiendo mis mejores años, ¿Pero cómo no perderlos con la tristeza encima? A veces me genera terror pensar en el tiempo que desperdicio así, pero supongo que algún día voy a retomar el control, que algún día yo voy a ser vos, y que estos años no pueden ser los mejores, que estos se tratan simplemente de supervivencia, de una inversión a futuro.
Ya estás bien, ¿No? Y te lo pregunto con terror, porque necesito urgentemente que alguien me lo confirme, entonces te escribo a vos, o me escribo a mi yo futura, y sé que no vas a responderme ahora. Pero ojalá algún día releas este escrito cuando lo encuentres en algún cajón, y te sientas diferente a mí, y ojalá ese día seas feliz, y ya no seas yo. Yo me voy a sacrificar por las dos, y ojalá que pronto me leas y sepas que te quiero, aunque no parezca, aunque a veces pareciera que me auto-boicoteo la felicidad. Te quiero, y quiero que seas feliz, y si al leerme al fin lo estás siendo, ojalá sepas que la que soy hoy, va a sonreírte a la distancia: Porque todo este dolor por el que tuve que pasar va a cobrar sentido.
Sol Iannaci
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