Era de la incomunicación

No decimos, porque estamos muy preocupados por encontrar formas de decir algo y que el otro entienda lo que realmente queremos decir detrás de eso. No escuchamos, porque estamos muy preocupados por interpretar lo que realmente quiere decir la gente, detrás de lo que efectivamente dice. Nos incomunicamos, que te dije, que me dijiste, que te quise decir, que quise que me digas, que no me entendiste, que no me refería a eso. Nos perdemos, de a poco, cada vez que el abismo se forma entre lo que decimos, lo que queremos decir, lo que el otro escucha, y lo que de eso interpreta: Entre uno y el otro.
En la era de la comunicación, ¿Cuándo comunicarse se volvió tan complicado?
¿Y si te digo lo que siento?
¿Y si dejo de esperar que entiendas lo que realmente quiero que sepas detrás de lo que te digo?
¿Y si escuchamos lo que nos dicen?
¿Y si dejamos de buscar mensajes ocultos y escuchamos lo que realmente nos dicen?
¿Y si te digo que estoy enojada, que te quiero, que me muero por verte?
¿Que es lo más grave que nos puede pasar?
Quizás, tal vez, atraigamos hacia nosotros a personas con la misma simpleza. Quizás, tal vez, el otro se sienta habilitado para decir, y para escuchar sin interpretar: Porque se sabe en confianza de decir. Porque nos sabe sinceros como para escuchar.
En la era de la incomunicación, nos falta confianza. Confianza en el otro, y confianza en nosotros mismos: Confianza de que lo que sentimos, está bien.

Sol iannaci

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