Te busco a vos

Y yo, que sigo fracasando en el afan de encontrar lo que tuvimos en otra gente, quizás deba admitirlo: el problema no es no encontrarlo. Algo evidente. El problema es seguirlo buscando. Algo peligroso. 
Y a mí, que me lo dijeron y no escuché, ahora se me hace necesario admitirlo: todas esas frases son verdad. Cuando te vas de donde te quieren bien, te vas liviano. El problema llega años más tarde cuando, casi de manera inconsciente, seguís tratando de conseguir lo que alguna vez dejaste ir.
Esta imagen mía es patética, y sin embargo la tengo que aceptar. Ya pasaron tres años y, todavía, pienso en lo que tuvimos, que debe ser parecido a lo que ahora tenés con ella. Mis amigas dicen que ella es parecida a mí. ¿Fue intencional?
Quizás ya sea hora de dejar de buscar lo que tuvimos en otra gente, o de por fin encontrarlo en alguien más. Lo que suceda primero. Me inclino por la segunda opción, pero sé que la más sana, no es esa. Es que ya no estoy segura de buscar solamente lo que tuvimos. 
Creo que, a veces, te busco a vos. 

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