a todos mis ex

Nuestras diferencias son matemáticas. Yo no puedo darte la nada que estás buscando, y vos no podés cubrir siquiera un porcentaje de todo lo que estoy esperando encontrar. Sin embargo nos deseamos, ¿no? Yo espero que vuelvas a ser el que me inventé, o el que me hiciste creer. Y mi problema siempre es el mismo: mi imaginación es tan maravillosa que creo que veo colores. No puedo culparte de ser monocromático ni de ser daltónico. No puedo reprocharte no haber visto mis colores, ni tampoco reclamarte que no entendés lo que siento. A veces, yo tampoco. 
Debería sentar a todos mis casi ex y a mis futuros casi ex en un sillón, o en varios sillones, en una habitación de algún departamento o en un hotel de cien o doscientas habitaciones, y decirles: ''al haber salido conmigo lo aceptaron implicitamente, voy a escribir de ustedes para siempre y nunca, todo a la vez. No escribo sobre alguien. Escribo historias. A veces van a encontrar destellos de ustedes mismos en alguna que otra parte, y quizás piensen que por ese motivo fueron importantes, o que los sigo extrañando, y les aseguro de antemano, eso no es verdad. A veces creo que las relaciones que no llegaron a contarse pueden encontrar su vida en el arte. En mis historias ninguno de ustedes va a ser un cobarde, de eso seguro. Sería aburrido escribir sobre la nada. Es más divertido vivir como yo vivo. Eventualmente deberían dejar de leer. Los datos son ficticios y cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Las cosas casi siempre son más brillantes en mi cabeza, y eso es lo que hago: ficción.''
No sabés lo fantástico que eras en mi mente cuando te creía, pero si fueras ese, estarías luchando por recuperarme. Si alguna vez te preguntás si escribo sobre vos: lo hago. Escribo sobre todos los cobardes. Y sobre ninguno, también.
Escribo sobre los policrómaticos que destiñeron, porque los que fueron exactamente lo que me dijeron y lo que esperaba, no me dieron tantas razones para escribir: simplemente me dediqué a disfrutarlos. La realidad superaba a la ficción. 
Supongo que espero eso. A alguien a quien le pueda creer. A alguien que no tenga que crear. A una persona que me demuestre algo que sea tan real, que se sostenga en el tiempo, y jamás esa imagen se convierta en un personaje que mantengo vivo únicamente a través de la literatura.
Supongo que espero a que cualquier parecido con la realidad no sea mera coincidencia.

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