Competencia de egos

Andate, dejame ir, o vayamonos. Me es indiferente. Esto por mi parte, dejó de ser una competencia de egos.
Ya no me interesa quién de los dos pone el punto final: a esta altura dolés tanto, que solo me interesa que el punto final sea puesto.‬
¿No ves que me estás lastimando cada vez que te doy la mano para despedirme, y me la sujetás con fuerza?

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