Lo que nunca te diría

Podría pedirte perdón por, a veces, volverte un nudo en la garganta que no se va hasta que me demostrás amor. Podría, también, librarme de culpas, y decir que la tiene el ex que me traicionó con todas las minas que pudo, como si su intención fuera batir un record guiness de ser mala persona, o mi incapacidad de sentirme suficiente si no me lo recuerdan constantemente, o mi falta de amor propio, o las chicas que veo en instagram y son mejores que yo. 
Podría, también, hacerme cargo, pero no pedir perdón. No elegí necesitar que estés. Sólo que ya sé bien lo que son las presencias ausentes. Cargué muchas a mis espaldas, y no quiero eso para mí. Entonces ruego, sin decirte nada, (nunca te digo nada) , que me expreses que me querés. No importa si un poco o un montón. Rezo escuchar que me querés para cuando me siento reemplazable. Para cuando se me olvida que a mi también me pueden querer. Pido que lo susurres hasta que el nudo se desate porque, a veces, cuando pasa el tiempo y no lo escucho, mi corazón se intranquiliza, y sólo se calma con alguna palabra dulce que me recuerde que todo sigue igual. Y que el resto era mi imaginación en forma de dolor físico, jugándome malas pasadas. 
Podría pedirte perdón por, a veces, volverte un nudo en la garganta que no se va hasta que me demostrás amor. No sé cómo sucede, todavía no le encontré una causa que lo origine, y no tengo forma de exterminarlo si no es con tu ayuda, aunque jamás la pido para no contagiarte mi dolor.
Y si pudiera, elegiría no sentirme así, confiar en que tus sentimientos permanecen intactos, y en que las de instagram no van a hacerte cambiar de opinión. Pero no te voy a pedir perdón, porque, aunque sea agotador ser espectador y percibirme algo apagada de vez en cuando, no sabés lo desgastante que es estar de la vereda de enfrente, y no poder decirte nada. Nunca te pediría que apacigües este infierno. Jamás te cargaría con un peso que no es tuyo, incluso si no sé a quién atribuírselo. Puede que a mí, puede que a mi ex, o puede que a nadie. O a cualquiera. Excepto a vos. No es de tu amor sano de dónde surgieron mis miedos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Día de sol

El último cigarrillo

Te quiero