Capturando sentimientos

Te quiero contar algún día a mis nietos como una historia que merece ser contada, y quiero anotarte en mi lista de cosas por las que valió la pena vivir. Quiero decirle a todo el mundo que alguna vez quise tanto que hice locuras. Y quiero redactarlas en escritos para que otros los lean y perduremos en el tiempo.
Entonces vas a ser el trasfondo de mis mejores poemas, y todos van a desear un amor como el nuestro. Aunque el nuestro exista. O aunque ya no lo haga.
Voy a eternizar nuestro mejor momento, lo más lindo que sentí cuando te miré. Y vas a ser la anécdota por la que mis amigos me admiran. Y me van a decir "¿Qué hago si quiero mucho?". Y yo les voy a contar lo que hice yo cuando te quise mucho. Aunque sigamos juntos o aunque ya no lo hagamos.
Entonces vamos a inspirar a un montón de gente a saltar, y nuestro amor va a brotar de entre los otros. Se va a reproducir en toda la gente que por mi valentía se vuelve valiente. Y si algunos gracias a nuestra historia se casan, vamos a tener un final feliz.
Yo no sé si existe el para siempre, pero tampoco importa. No sé si va a salir bien, pero no interesa. Yo voy a capturar nuestro presente en letras, como una foto capturada al cielo en el mejor color del atardecer. Aunque después no haya nada, o llegue la oscuridad. Y jamás me voy a arrepentir, porque voy a hacer tanto arte con mis sentimientos, y voy a narrar tantas veces nuestro cuento, que algún día gracias a lo que hice con lo que me pasaba, alguien va a arriesgarse a dar el sí.
Y entonces nuestro amor va a haber sido una semilla que otros siguieron regando, y jamás se extinguió. En los libros va a estar congelado nuestro mejor momento, como la mejor foto del atardecer que alguien haya tomado jamás. Esa que te recuerda que, a veces, sólo se trata de escribir justo en el momento de gloria, porque aunque después lo que se solía sentir se disipe, queda en el papel.
Así como un prócer es prócer, porque murió cuando tenía que morir. 


Comentarios

Entradas populares de este blog

Día de sol

El último cigarrillo

Te quiero