En ellos no me sumergiría
Si pudiera librarme del peso de tu ausencia, los hubiera querido a cada uno de ellos, a todos: porque no tendría manera alguna de compararlos con algo superior. Si pudiera impedir que tu recuerdo siga siendo el estandar del que sostengo mis ambiciones, los hubiera llorado a cada uno de ellos, a todos: y no sentiría que cada vez que derramo lágrimas, me estoy inventado excusas para volver a sufrirte a vos. Si tuviera alguna fórmula, un método para olvidarte, quizás él me hubiera significado algo. Algo es mejor que nada. O tal vez él me hubiera podido lastimar, pero no lo hizo. Los demás hacen cortes superficiales, y si meto mi dedo en el tajo, si apreto con fuerza para llegar profundo, ahí dentro seguís sangrando vos, como una herida interna que se sigue extendiendo, y que a veces duele, pero que la mayor parte del tiempo me sirve. Me recuerda lo que ya sé: solo tu amor pudo calar hondo. El resto acarició, raspó, arañó apenas la superficie. El resto nunca fue nada excepto resto. E