Arriesgarme

Yo me voy a arriesgar, porque por las personas como vos uno no puede hacer otra cosa. Y pienso, que si fueras un objeto, serías una perla. Una preciosa. Y le agradezco a mi fortuna por haberte encontrado.

Yo voy a jugar todas mis cartas. No merecés nada menos que eso. Voy a comprar la mayoría de las rifas, aunque el resto dependa del sorteo, y de mi suerte, y del destino. Aunque el resultado final no me conste, aceptando el riesgo implícito de poder no ganar. Y decir ''Final'' me hace ruido, ¿Sabés? Porque el mejor resultado final sería que no terminemos. 

Entonces, voy a apostar todas mis fichas. Ahora es el momento en el que puedo hacerlo. Y pienso, para mis adentros, que ojalá lo supieras. Ojalá supieras que lográs esto en alguien como yo. En alguien que jamás se arriesga. Hiciste que perdiera el miedo a perder, y Dios sabe que ese terror conquistaba mi vida. Pero ahora, que la conquistás vos, ya nada tiene tanto lugar. Ni siquiera la cobardía que solia adueñarse de todas mis decisiones. La dejaste sin espacio, sin voz, sin voto. Ahora ella ya no decide. No me permitiría a mí misma perderte por cobarde. No le permitiría a ella, ni a nadie, entrometerse entre nosotros dos.

Yo me voy a atrever, voy a cometer una locura de esas que todo el mundo te dice que pienses dos veces, pero lo que dice el mundo no importa. Es lo más cuerdo que hice jamás. ¿Sabés? Nunca me expuse de esta manera. Y las personas eran solamente personas. Hasta que te descubrí. Como una perla escondida en una ostra, en la orilla de alguna playa. Como un sueño del que no quiero despertar si no es al lado tuyo, acostada en tu pecho. 

Yo me voy a arriesgar, porque vos no merecés nada más que eso, y yo tampoco. Me di cuenta, a través tuyo, que mis sentimientos son importantes, y que los tengo que escuchar. Y ellos me dicen que lo haga. Ellos me dicen que ahora es el momento. Después no estás, o no estoy, o no estamos. Después no se sabe. Después no hay después. 

Ahora lo sé. 

Sol Iannaci.