Tu indiferencia
Algún día vas a estar recibido, y vas a ser ingeniero en computación. Algún día la larga lista de objetivos que te prometiste perseguir va a estar completamente tachada, porque ya lo lograste todo. Algún día las velas en tu torta de cumpleaños van a ser treinta, vas a estar trabajando en la multinacional de tus sueños, y al fin vas a tener tiempo para pensar.
Entonces te vas a acordar de ese momento en el que tenías veintidos, tu vida no estaba resuelta, y la larga lista de objetivos consumía tus horas, y tal vez algo te recuerde a mí. Y puede que, aunque sea en un pensamiento que viene y se va, te sientas arrepentido, y puede que comprendas lo mucho que me lastimaste.
O quizás nunca lo hagas, porque ahora no lo hacés. Yo te lo digo, y lo explico, e intento que lo entiendas, pero vos no lo hacés.
Quiero creer que no lo hacés y que tal vez, algún día, puedas al menos tenerme compasión o empatía. Quiero creer que no sabés que me destruíste, porque si lo supieras... Si lo supieras tu indiferencia hacia mi dolor ya no sólo sería triste: Sino sumamente cruel.
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