Las reglas de tu juego

Solías decirme que las reglas las tenías que poner vos, porque así era como yo podía ser parte de tu juego: ese fue tu primer error. El segundo, pensar que si nos sometías a un juego, te dejaría ganarlo.
Estabas tan seguro de que yo podía llegar a querer una parte tuya, cualquiera con tal de tenerte: alguna sobra. ¿De verdad creíste que una persona como yo podía valer sobras? Tal vez no lo notaste, espero que ahora lo hagas: no se puede manipular a quien no tiene nada que perder. Yo no tenía nada que perder si te perdía.
Vos, sí.
¿Te acordás cuando me estableciste los límites? tu narcisismo te dio la confianza para decidir por los dos, y yo hice lo que mejor sé hacer: te dejé solo. ¿Podés jugar ahora? supongo que no. Ya no tenés con quién.
¿Seguís creyéndote irremplazable?
Solías decirme que no había segundas oportunidades: escuché de parte de tus amigos que estás intentando localizarme. Te encuentro en lugares en los que nunca estuviste: hasta en mi mail. 
Sé que debe ser difícil verme así, pero no voy a ocultar lo bien que me siento para que no te sientas mal. 
Me gustaría recordarte que todo esto es lo que vos querías, pero estoy ocupada, porque ahora mi celular no para de sonar: y todo lo que me ofrecen los demás no es un juego, pero tiende a funcionar.
Sol Iannaci♥

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