En tu propia piel

Te pueden amar, con el amor más puro, con el amor más real. Te pueden amar, y serte sinceros, y quererte sano, y constante, y leal. Te pueden amar, mirar como si fueras una puesta de sol, tocar como si fueras un instrumento nuevo, querer como si no soportaras otra herida nunca más. Te pueden amar, acariciarte como si pudieras romperte, valorarte como si fueras de oro, cuidarte como si fueras de cristal. Te pueden amar, tratarte con la dulzura con la que se lee un poema, dedicarte el tiempo que se le dedica a una pasión, dártelo todo, comportarse con vos como nadie jamás se comportó. Te pueden amar, apostar a vos todas sus cartas, hacerte sentir bien, disfrutarte como a una canción, hablar de vos como si fueras un milagro, hacerte sentir amado, darte las certezas que jamás nadie te dio.
Te pueden amar, con el amor más lindo que hayas conocido... Pero si no lo sentís en tu piel, en tus huesos, en tu cuerpo, en todo tu ser... Si no podés corresponderlo, si aunque quieras, e intentes, y trates, no podés devolverlo, no importa cuán fuerte te amen, ese amor no te va a llenar.
Te pueden amar, pueden ser todo lo que siempre buscaste, deseaste y pediste, pueden ser todo eso que querés, pero no serlo de quién lo querés. "La cosa que es casi la cosa que quieres, pero no lo es", leí que así lo definían una vez. Porque cuando tu corazón y tu piel no lo sienten, no importa lo mucho que te quieran, no lo podés devolver.
Me encantaría poder decidir quererte, pero no lo puedo hacer. Hay algo que no siento, hay una carencia que no puedo llenar con amor ajeno. Hay algo que sucede, o no sucede, y va más alla de lo racional, del tiempo, de la persona, del lugar. Hay algo que te atraviesa, que decide por vos, que lo sentís o no, que no se puede planear ni forzar. Me encantaría poder decidir quererte, o poder ser feliz sólo con tu amor. Pero después de tantos intentos lo entiendo: No vas a ser feliz en el amor por estar con alguien que te ame, aunque sea de la forma más pura y más real. Vas a serlo cuando coincidas, cuando conectes en cuerpo y alma con otro ser humano, cuando estés dónde ames y te amen, cuando una persona te provoque mil emociones, cuando mirar a un par de ojos te haga sonreir, y te encuentres pensando en ella todo el tiempo, y la veas incluso al dormir. Vas a estar feliz cuando coincidas, cuando se de la magia de la reciprocidad. Cuando puedas experimentar en tu alma todo eso hermoso que viste que sentían por vos, con alguien al que puedas amar. Vas a ser feliz en el amor cuando ames. Porque sentir te demuestra que sos humano, y frágil, y que estás vivo. Porque querer es lo que le da magia a que te quieran. Es lo que hace que puedas sentir el amor del otro en tu propia piel.

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