Me mentí

Me mentí a mi misma cuando dormía a su lado, me mentí a mi misma cuando me decía que no me quería ir. Me mentí, quizás la soledad me era más fría de lo que pensaba, quizás no me daba cuenta de que estaba ahí para no estar sola conmigo, una vez más. Me mentí, y me juré que estaba siendo feliz, que su amor me llenaba, o que eso era amor y no una mentira que me hacía sentir vacía, y que desde hace ya mucho tiempo, no me convencía. Me mentí, alargué al amor que ya no sentía, peleé por algo que ya no existía, porque me daba miedo, quizás, volver a aceptar que había fallado, que el amor se había terminado, o que quizás nunca había estado como creía, que volvía a ser "yo", que el "nosotros" otra vez desaparecía. Me mentí, y estaba tan sóla cuando despertaba con vos, que ya no sé a quién le mentía. Si a vos, a mí, al resto de la gente, o a todos a la vez. Ya no sé si cuando te decía te amo, el problema era que no era cierto, o el problema es que yo creía que sí. Ya no sé si me da más terror pensar que nunca te amé, o en que quizás jamás amé a nadie tanto como me convencí de hacerlo, como dije hacerlo, que quizás sólo odiaba no haber sentido eso que todos habían sentido, que quizás solo tuve pánico de dormirme sola, y elegí dormir toda mi vida acompañada de puras mentiras, con distintos rostros, pero la misma sensación: Soledad.
Y ahora que me digo la verdad... Ahora que admito lo que me pasa... Ahora, que acepto que nunca amé como juré amar... Ahora, realmente sóla, me siento menos sóla que nunca. Ahora al fin sé que no hay nada más triste que gastar tiempo fingiendo felicidad. Ahora lo veo: quiero dormir conmigo misma, hasta decirme la verdad. Quiero que estar con alguien no sea un sacrificio, no quiero nunca más sentir que cuando digo "te amo", a alguien le estoy fallando, y algo es irreal.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Día de sol

El último cigarrillo

Te quiero