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Mostrando entradas de enero, 2018

Sos

Fuiste mi lugar seguro, mi rincón de paz, fuiste eso que te hace siempre bien, e inevitablemente de vez en cuando mal, fuiste mi alegría, fuiste mi peor dolor, fuiste lo que anhelaba, fuiste mi compañero, fuiste mi mayor fortaleza y mi punto débil, fuiste eso que está entre lo que querés y lo que necesitás, entre lo que deseás y lo que precisás, lo que querés que funcione y lo que va a funcionar siempre, sin forzar. Lo fuiste todo, y a veces, cuando la madrugada es fría y los recuerdos duelen, a veces, cuando tu nombre me resuena en la cabeza y no puedo hacerlo callar, a veces, sos. A veces todavía, de vez en cuando, cuando un perfume, una foto, una canción te trae de nuevo y todo me suena a vos, a veces, sos. A veces sos todo eso que fuiste. A veces, seguís siendo, a veces no sé como hacer para que dejes de ser.

Fuego

Que donde hubo fuego a veces, no queda nada, que el incendio fue tan fuerte, que se lleva todo lo que existió alguna vez. Que las cenizas sólo lastiman, solo te recuerdan que te incendió, que te dejó vivo, pero que te hirió. Que a veces el fuego no va a volver a propagarse, y que vos solo querés paz, aire, agua, cualquier cosa que no arrase con tu tranquilidad. Que sólo recordás el horrible final. Que el dolor y el ardor de tu cuerpo te piden a gritos que no vuelvas jamás. A veces cuando hubo fuego, no queda absolutamente nada. Mirás a la cara a quién provocó el incendio, y sólo pensás en que dolió. En que no queres que jamás te vuelva a lastimar la misma llama, en que ya no recordás si alguna vez disfrutaste su calor, en que todo el resto pesó más. A veces cuando hubo fuego, mirás a la cara a quién provocó el incendio y pensás "¿Valía tantas cicatrices el calor de tu amor?"

En otro lugar

Cuando no sé muy bien que quiero, estoy segura de lo que no. Una de cal, otra de arena. No quiero estar acá, no quiero ser quien soy. Me gustaría irme lejos, alejarme de todo, de todos, salvarme yo. Me gustaría ir donde nadie me conozca, donde los rumores no existan, donde pueda comenzar de nuevo, vender mi mejor cara, y remendar cualquier error. No sé muy bien que quiero, pero sé que acá no está. Rebobinar a cero, poder ir donde nadie sepa mi nombre, donde nadie me mire, me juzgue, donde pueda volverme a presentar. Y sé que todos los lugares son lo mismo si uno no cambia, y sé que quizá el problema siempre haya estado en mí, pero por hoy, dejame fingir. Dejame soñar que existe algún lugar donde ser feliz sea más que una meta inalcanzable, donde mi cabeza funcione correctamente, donde el problema realmente sean los demás. Dejame sentir que existe algún lugar, dejame creer que no estoy tan rota, que es más fácil, que puedo irme y simplemente volver a empezar. Por hoy, dejame imaginar q

Sabor a verdad

Finjamos querernos los viernes a la noche, cuando no tenemos nada más que hacer. Acompañame cuando la soledad duele, calmala con besos, y con todo lo que venga después. Es que me como al mundo pero a veces, necesito jugar a sentirme querida, necesito jugar a querer. Aunque sea todo una actuación, dejémonos llevar por la piel, te aseguro que mañana me voy a sentir un poco mejor. Sos el error que muero por cometer y repetir, actuemos de vez en cuando como si la noche fuera a durar para siempre, como si fueramos a ser algo más que una madrugada. Mentime. Decime que lo necesitas igual que yo, decime que vos también de vez en cuando ansias sentirte un poco menos sólo. Es que ya no quiero querer más a nadie, pero cuando la noche va a ser larga, prefiero estar con otro cuerpo. Prefiero sobrevivirla con un rato entre algunos brazos. Queremos lo mismo, seamos ficción. Seamos esa mentira que tiene sabor a verdad, una vez cada tanto juguemos a matar la soledad que tanto queremos conservar.

Futuro

Mi cabeza va demasiado rapido y desentona con esta madrugada tranquila. Todos duermen, yo no paro de pensar. Quién fuí, quién soy, quién voy a ser. ¿Lograré algo? ¿Estoy yendo a algún lado? ¿Estoy estancada en el mismo lugar? Las preguntas me consumen, las respuestas no las tengo. Nudo en el pecho y más dudas. ¿Seré merecedora de cosas buenas? ¿Estoy haciendo algo para cumplir cada una de mis metas? El terror de no estar avanzando en tu presente hacia ningún futuro prometedor, de estar varado en el punto exacto en el que no hay nada, terror de que el tiempo siga pasando y las situaciones no avancen con él, de ser la misma que fui hace 3 años, de ser la misma que voy a ser dentro de 3. La incertidumbre al futuro, el miedo de no ser, de no llegar, de no alcanzar. Estás en una ruta de noche y no ves que hay adelante. Entonces sólo manejás, rogás que el auto realmente esté en movimiento, rogás llegar a algún lugar sano y salvo, rogás llegar a destino en algún momento. ¿Cuál será? Ojalá es

Irse

"Mejor así" pensé mientras me di vuelta por última vez a mirar las ruinas que quedaron después del desastre que hicimos de lo que éramos. Me fui dolida, cansada de pelear una batalla que no era la mía, cansada de todo lo que pudimos ser mientras malgastabamos el tiempo jugando a ser nada, a hacernos bien un ratito y mal todo el tiempo, a hablar para solucionar constantemente y disfrutar de la solución muy poco. Siempre había algo más para pulir, para arreglar, para cambiar. Siempre había algo que estaba roto, que no funcionaba, que no fluía. Siempre había uno que iba y otro que volvía, uno que estaba sin estar y el otro que fingía, siempre desencuentro, siempre otra sintonía. Y mi cuerpo, ya cansado, me exigió que me vaya de dónde no era yo misma, donde amoldarse al otro era amor y no agonía. Somos esa historia que tiene un inicio tan fuerte, que algo se quiebra antes de realmente empezar. El resto, fue intentar recuperar ese principio, esa inocencia, ese amor. Fuimos uno co

Sola

Besame la piel, haceme marcas en el cuello, dejame sentir por un ratito, algo que no sea este vacío. Por hoy, fingí que me querés, acariciame como si hubiera algo más que nada, hablame como si sintieras amor, ayudame a dejar de pensar, a dejarme llevar. Es que el alcohol ya no me alcanza, y cuando estoy sola el mundo se vuelve demasiado pesado, y no hay nada que me baste para desconectar la cabeza y dejar de pensar. Entonces quedate hoy, y actuá como si esta noche fuera para siempre. No quiero pensar en lo que me va a costar dormir mañana, prefiero besos mediocres y madrugadas con sabor a arrepentimiento. Prefiero estar en tu cama mientras este dolor siga en mi cuerpo. Y al final de todo, vuelvo a mi casa, y me sigo sintiendo sola.

Estabilidad

Y cuando pienso en mi estabilidad, en la pieza del dominó que mantiene al juego firme, en lo fácil que se derrumba, se cae una, y otra, y otra, y de pronto ya nada está sujeto más que a la inseguridad, y ya no sé bien si estoy conforme con algo, y las cosas empiezan a estar mal todas juntas, y casi de repente ya no sé quién soy, cómo estoy, o dónde quiero estar. ¿Por dónde empiezo a mejorar? Que frágil que es la felicidad, que difícil saber que absolutamente todo pende de un hilo y que el hilo que lo mantiene en pie sos vos. Que complicado es aceptar que si te perdés a vos mismo, si te desconocés en tus acciones, si no estás conforme con lo que sos, si no sabés lo que querés, todo el resto se vuelve el enemigo del que hay que protegerse, todo lo que estaba construído parece caerse. Que jodido aceptar que ese enemigo sos vos. Y ya no hay lugar que te conforme, no hay personas que te comprendan, no hay situaciones que te llenen, cuando el enemigo sos vos. Y no hay peor momento que el que

Quizás

Y quizás cuando vos puedas, y te dignes, y me entiendas, cuando me escuches y me intentes comprender, cuando te canses de irte y decidas quedarte, cuando estés en cuerpo y alma y tus acciones le sean fieles a tus palabras, quizás cuando me veas, cuando me mires, cuando me prestes atención, cuando te canses de los amores de un rato, cuando entiendas lo mucho que hice por vos, cuando descubras que me queres más que esto, cuando estes dispuesto a hacernos funcionar, a poner tu 100%, a dejar de darme por sentado y empezarme a valorar. Quizás, yo ya no quiera. Quizás ya hace rato haya dejado de querer. Quizás ya esté mirando hacia otro lado, hacia otros rostros. Quizás al fin comprenda que buscar donde no hay es masoquismo, que el amor no se mendiga, que no te quería tanto como pensé, que solo me gustaba la imposibilidad de tenerte, que quería que me quieras. Que quería que te dejaras querer. O quizás, te reciba con un cálido abrazo, de esos que anuncian que te esperan hace rato. Quizás sig

Enfrente

Enfrente de la persona a la que más debería querer, dije cosas terribles. Subestimé constantemente su presencia y desprecié su valor. La di por sentado, le eché en cara cada defecto y odié su compañía. Aún así, ahí estaba. Su cuerpo seguía regalandome tiempo y me seguía perdonando todo. La maltraté mientras apreciaba y aceptaba a todos los demás, jugué con su cariño, la hice sentir siempre menos que todo el mundo, pero ahí seguía, todos los días se quería un poco menos, y todo era sólo culpa mía. Enfrente del espejo, me pido perdón por haber sido por tanto tiempo mi mayor obstáculo y mi peor enemigo. Entiendo que me dije cosas terribles, y que me estaba escuchando. Que me creí cada insulto, cada duda, cada risa. Que me subestimé por años enteros y que fui mi mayor crítico. Que terminé creyendo cada mentira que me decía. Que terminé pensando que tenía que parecerme a esa persona, o a esa otra, o a cualquiera que no sea a mí. Que puse en duda todas mis virtudes y remarqué cada uno de mi