Te quiero💖
Te quiero porque viniste cuando hasta yo me estaba yendo, cerrando las puertas con llave y clausurando el salón permanentemente, porque no creÃa que hubiera refacción posible. Pero vos entraste, abriste las ventanas, encendiste las luces, y me hiciste dar cuenta que no era tan grave, que solo me faltaba saberme mirar, que no estaba rota, que existÃa para mi otra oportunidad. Te quiero porque llegaste cuando me iba a dar por vencida, cuando no encontraba belleza en mi reflejo y me creÃa invisible. Y me pensaba un caso perdido, pero vos me hiciste comprender que no lo era, que jamás lo habÃa sido, y que estar lastimada no me transformaba en algo frágil, sino en alguien fuerte. Te quiero porque viste en mis grietas historias, y me hiciste sentir que jamás te aburrirÃas de escucharlas. Porque observaste en mis heridas humanidad, y me hiciste entender que era incluso dulce la forma en la que me expuse al precio de sufrir si de haber amado con todo mi corazón se trataba. Te quiero porque apareciste cuando estaba a punto de rentarle el lugar al mejor postor, en algún remate de barrio, sólo por desesperación. Pero vos hiciste que detuviera la oferta, vos me dijiste sin decir nada que no estaba dándome cuenta de mi real valor. Y ahora que no estás, ya no me entregarÃa barato a nadie. Te quiero porque me estaba despidiendo inclusive de mà misma, pero en tus ojos me reencontré con la que siempre creà ser, y ahora ya no me regalarÃa. Ahora abro las ventanas, enciendo las luces, y entiendo que no estoy rota, ni necesito una refacción: Solo necesito a alguien que me sepa ver. Te quiero porque cuando pensé que todo habÃa terminado, me di cuenta que recién empezaba, y porque cuando me dejé de querer, apareciste vos, y ahora me protejo del mundo porque al fin lo entiendo: A la gente especial solo la sabe apreciar la gente especial. ¿Qué hacÃa esperando que cualquiera pudiera observar mi valor? ¿Qué hacÃa antes de conocer a los que son cómo vos? Cerraba las puertas, apagaba las luces, y me creÃa irreparable. Y estaba en remate, hasta que viniste, y viste el potencial de lo que podrÃa llegar a ser si tan sólo confiaba un poquito más en mÃ, y un poquito menos en todos ellos.
Te quiero porque llegaste cuando hasta yo me estaba yendo, y aunque no te pudiste quedar, ahora entiendo que a veces no alcanzar es quedar grande, y que ante la mirada correcta, sos invencible y no invisible. Ahora tus ojos son los ojos me miran desde el espejo, porque vos no estás, pero tu perspectiva sobre lo que soy se instaló en mi mirada. Ahora abro las ventanas, enciendo las luces, y me doy cuenta que no era tan grave: Solo me faltaba saberme mirar.
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