El cariño que robé
Ojalá fuese más simple. Pero las palabras que no decís se clavan como agujas en mi piel y eso que alegas no ser capaz de prometerme se convierte en todo lo que necesito para cerrar los ojos con tranquilidad cuando duermo a tu lado. Y cuando guardás silencio formulo preguntas que mueren sin ser verbalizadas, porque sé que tus respuestas son siempre heridas de bala, y todavía a las anteriores las intento cauterizar. Ojalá fuese más fácil, y camináramos juntos por un terreno seguro, pero el campo está minado y las posibilidades de que demos un paso en falso son inminentes, y me atemoriza perderte, pero más me atemoriza mirarme en el espejo y no saber si soy una persona que merece ser amada, o tan solo un náufrago, un mendigo que está pidiendo limosnas de un amor al que nunca hace más que aspirar. A veces me mirás con cariño. Un cariño que robé. Uno que no sé si sos consciente que sentís o si tan solo se desprende de tus ojos pero no se internaliza en tu mente ni llega a formar parte de tu